La
chef Maru Botada dictó un taller de repostería para 45 internas del
Complejo Penitenciario San Martín y presentó las carreras a las que
podrán acceder en la Escuela de Gastronomía Creer que funciona en
ese lugar. En 18 meses pasaron por sus aulas más de 300 alumnos.
Autoridades nacionales, provinciales, del ámbito judicial y
legisladores participaron del encuentro.
Un grupo de 45 mujeres privadas de su libertad y que cumplen sus
condenas en las unidades 46 y 47 del Complejo Penitenciario San
Martín, participaron del taller de repostería dictado por la chef
Maru Botana, cuyo objetivo fue promover su incorporación a los
cursos que Cook Master dicta a través de la Escuela de Gastronomía
Creer y que hasta ahora se ofrecían solamente a los reclusos de los
pabellones de hombres.
La
escuela fue creada en diciembre del año 2017 por Cook Master, en
asociación con el Instituto Superior Mariano Moreno, que dirige el
chef Francisco Sade, y dicta cursos de panadero, pastelero y cocinero
a los reclusos de las unidades 46, 47 y 48 del complejo, con el fin
de brindarles un título oficial y herramientas que les permitan
desarrollarse profesionalmente una vez que recuperen su libertad.
Durante
los primeros 18 meses de gestión han pasado por sus aulas más de
300 internos y en este momento hay 60 cursando sus diferentes
carreras.
Los
cursos se ofrecían exclusivamente en los pabellones de hombres, pero
desde ahora estarán disponibles también para reclusas que quieran
sumarse.
Durante
el taller de repostería y la presentación de los cursos de la
escuela, estuvieron presentes autoridades nacionales, provinciales,
legisladores y funcionarios del ámbito Judicial, como Victoria
Morales Gorleri, Fabiana Tuñez, Valentina Olmedo, Patricia Colombo,
Daniela Reich, Alejandra Lorden y Susana Finger.
Nicolás
Lusardi, Director General de Cook Master, señaló que “La
extensión de las carreras de la Escuela de Gastronomía Creer a los
pabellones de mujeres es una evolución natural de esta iniciativa,
que ya ha probado ser efectiva no sólo para disminuir la
reincidencia de quienes cumplen su condena, sino además en mejorar
las perspectivas de reinserción social y laboral de las personas que
han sido privadas de su libertad, asegurando una segunda
oportunidad”.