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NUESTRO FUTURO ES EL PASADO


Nuestro futuro es el pasado, este es el angustioso presente que tenemos los argentinos, quienes acumulamos años vividos, observamos que la película de nuestra historia política de los últimos cien años es una constante existencia entre esperanzas y frustraciones, que los actores siempre son los mismos, simplemente se van alternando en los roles y que solo dejan de figurar cuando los alcanza la muerte. Prácticamente todos tienen largas historias de fracasos, de denuncias por corrupción y su paso por los tribunales es una exhibición más de impunidad y descaro solamente comparables a los show de la farándula mediática.

Hoy en la vidriera en la que se exhiben todos los candidatos a gobernarnos por los próximos cuatro años, estos pueden ofrecernos como currículum solo una acumulación de fracasos. Entonces donde esta el problema de los argentinos, en varios defectos endémicos y capitales, el primero en la falta de memoria cívica, luego tenemos la innata capacidad de negar la realidad, somos indiferentes ante la honestidad o la inmoralidad, nos da lo mismo, estos defectos los patentizaron con inigualable expresividad Enrique Santos Discepolo en su tango Cambalache y con inteligencia, ironía y humor el inolvidable Tato Bores en sus sketch de antología.

Tres son las corrientes políticas que se disputan el poder por los próximos cuatro años, el Presidente Macri que solo puede exhibir fracasos, que como naufrago en el mar busca un salvavidas en cualquier voluntario dispuesto a acompañarlo en la vicepresidencia para que luego pase a ser una simple una figura decorativa. La ex presidenta Fernández de Kirchner que al igual que Macri, el solo recuerdo de su gobierno nos provoca espanto y que encontró en Alberto Fernández su mascaron de proa mostrándolo como su compañero de formula como candidato a Presidente, tan tontos nos cree a los argentinos que no advertimos que los senadores y diputados serán elegidos por ella, que las gremios, las organizaciones sociales y el partido responderán a ella, que Alberto Fernández será su títere hasta el momento en que ella se canse y lo devuelva a la medianía en la que siempre actuó. Finalmente tenemos la tercera alternativa compuesta por una comparsa sin identidad de eternos fracasados, vendedores de fantasías, oportunistas políticos que se juntan y se repelen según el momento y las circunstancias.

Pero en el mientras tanto el mundo sigue girando, nosotros estamos indolentemente en caída libre sin red de contención, nuestro deterioro se profundiza día a día, conmueve la angustiante pobreza que cada vez alcanza a más hogares, el desempleo tiene niveles de tragedia, asombra la cantidad de comercios cerrados, las quiebras de empresas sin distinción de actividad, tamaño o región continúan produciéndose descontroladamente, el riego país va en creciente aumento, el dólar esta artificialmente controlado, las tasas de interés son tan astronómicas que finalmente las pagara Dios, el endeudamiento continua sin pausa pero si con prisa, el deterioro de la educación no se detiene, la salud cada día es mas endeble y la inseguridad nos golpea sin piedad..

A este colosal desorden pretendemos enfrentarlo y administrarlo con dos amanuenses del FMI, los Sres. Nicolás Dujovne en Hacienda y Guido Sandleris en el Banco Central. ¿Qué ingenuidad, pero terminamos aquí: No?

En el horizonte tenemos a no dudar un inminente default, una corrida con el dólar, nuevamente un control de cambio y conflictos sociales. Los tiempos se están terminado, entonces me pregunto y les pregunto en que mundo vivimos los argentinos, a que grado llega nuestra anomia e irresponsabilidad, ¿Que más esperamos ver y padecer para reaccionar? Reaccionemos a ponernos de pie, a pelear con todas las armas que nos da la democracia, la constitución, la ley y el intelecto, solo con coraje, tesón y firmeza lograremos revertir esta larga decadencia, solo así volveremos a ocupar el lugar que supimos tener, evitemos que nuevamente nuestro futuro vuelva ser el pasado.

Diego Lo Tártaro Presidente de IADER