La
Bolsa de Cereales proyectó para la campaña 2019/20 un área total
de 7,4
millones de hectáreas a implantarse con trigo y cebada,
un 2,8 % por encima del ciclo previo. El área destinada a trigo
ascendería a 6,4 millones de hectáreas, la mayor superficie
destinada al cultivo en los últimos 18 años. Si las condiciones
climáticas a lo largo de la campaña son favorables, se
cosechará un volumen final de 20,6 millones de toneladas,
un 8,4 % por encima de la campaña 2018/19. El cultivo de cebada
transitaría
el nuevo ciclo sin modificación de área sembrada respecto a la
campaña previa y se estima un volumen
de producción de 4 millones de toneladas.
En conjunto, ambos
cereales de invierno aportarían un nuevo récord de producción al
alcanzar un volumen total de 24,6 millones de toneladas.
Se
destacó un aumento del nivel tecnológico en trigo y cebada durante
la última campaña 2018/19 y se resaltó el piso tecnológico que se
alcanzó en los cultivos de invierno durante los últimos años: “en
Argentina más del 80% de la producción de trigo y cebada se realizó
con niveles medios y altos de tecnología”.
Para la próxima
campaña fina 2019/20 el volumen de fertilizantes podría crecer
entre un 4 y un 7%,
dependiendo del contexto climático. Asimismo, se esperaría un
aumento del 3 a 5 % en el volumen de fungicidas y del 3 % en el uso
de semillas,
lo cual resalta una buena expectativa para el próximo ciclo de
invierno.
El
Producto
Bruto de trigo y cebada totalizará para la campaña 2019/20 un valor
de 3.950 millones de dólares.
A pesar del aumento de las cantidades producidas y exportadas, la
disminución de precios internacionales observada en los últimos
meses ha impactado sobre este cálculo, que presentará una
disminución del 7% en relación a la campaña anterior. Sin embargo,
al evaluar el Producto Bruto a precios constantes de la campaña
2018/19, se registraría un incremento
de 260 millones de dólares, alcanzando para el 2020 un total de
4.500 millones de dólares.
A su vez, las cadenas vinculadas a los cereales de invierno
aportarían
durante 2020 unos 3.500 millones de dólares en exportaciones y 1.100
millones en recaudación fiscal,
siendo esta explicada fundamentalmente por el impuesto a las
ganancias (38%) y los derechos de exportación (31%).
La
Fundación INAI analizó el rol
del trigo argentino en los mercados internacionales y
señaló el contexto global de incertidumbre en el que se
desarrollará la próxima campaña, indicando algunos de los efectos
que ya tuvo la guerra comercial entre China y EE.UU. sobre el trigo.
Se repasaron las principales medidas de política que afectan el
comercio de trigo, incluyendo subsidios a la producción y
exportación, aranceles, medidas sanitarias y fitosanitarias,
derechos de exportación, entre otros. Asimismo, se plantearon los
principales interrogantes e implicancias de la cuota de trigo que
recientemente anunciara Brasil.
Esteban
Copati, Jefe de Estimaciones Agrícolas, destacó una mayor expansión
de área en cultivos de fina, donde “la adecuada humedad registrada
a pocas semanas de iniciar la siembra, conjuntamente con un escenario
climático favorable, permitiría recuperar áreas que no pudieron
ser sembradas durante el ciclo previo y elevar la superficie
destinada a trigo
a 6,4 millones de hectáreas,
la mayor superficie de las últimas 18 campañas”. Sin embargo, en
el caso de cebada
la superficie de siembra se mantendría sin modificación en
comparación al ciclo previo, alcanzando una superficie de 1
millón de hectáreas.
“Los
cereales de invierno aportarán 24,6 millones de toneladas
para la campaña 2019/20, 6 % más que el ciclo previo y un nuevo
récord de producción”.
Sofía
Gayo, analista del Departamento de Investigación y Prospectiva,
destacó que “en
la campaña fina 2018/19 el volumen aplicado de fertilizantes se
incrementó en un 20 % respecto al ciclo previo”.
Resaltó que el volumen aplicado actualmente se ubica un 75 % por
encima del valor registrado en 2014/15, la campaña con menor
registro de tecnología de los últimos años. Para el próximo
ciclo 2019/20 se esperaría un crecimiento del 4 al 7 %
en el volumen de fertilizantes para cultivos de invierno.
Gayo
presentó aspectos técnicos referidos al manejo de la siembra en
ambos cultivos y estimó un aumento del 10 % para el uso de semillas
en trigo y cebada en el próximo ciclo 2019/20. También adelantó
los primeros resultados de la Bolsa de Cereales sobre grupos de
calidad en trigo, donde se destacó que en 2018/19 el
70% sembrado a nivel nacional fue de grupo 2,
relacionando esto también con los datos de calidad final obtenida a
cosecha.
Por
último, comentó las mejoras en el cuidado sanitario de ambos
cultivos y resaltó una tendencia positiva en el uso de fungicidas,
con mayor número de aplicaciones y mejores productos en relación a
años anteriores. Para el próximo ciclo se
esperaría un aumento entre el 3 y 5 % en el volumen de fungicidas,
debido mayormente al escenario climático, dado que el productor hoy
apunta a mantener el nivel de tecnología alcanzado.
Agustin
Tejeda Rodriguez, Economista Jefe de la Bolsa de Cereales, señaló
que, pese a la caída en los precios y por consiguiente en los
márgenes, el trigo junto a la soja de segunda continúa siendo la
opción más redituable para los productores en esta campaña. Aunque
menores al año anterior, los
precios al productor se mantienen por encima del promedio de las
últimas campañas.
Destacó que, de mantenerse este escenario de incremento en la
producción, se esperarán niveles
de exportación récord para el trigo,
que se reflejarán en aumentos de los destinos de exportación.
Posteriormente,
el Economista Jefe afirmó que sin el retorno de los derechos de
exportación el área sembrada podría haberse incrementado en un
4,7% adicional, hasta alcanzar en la campaña 2019/20 los 6.7
millones de hectáreas. Este incremento hubiera tenido un impacto
positivo sobre las exportaciones y el valor agregado por toda la
cadena de valor.
Por
último, Tejeda destacó el potencial del cultivo a largo plazo
analizando los
posibles impactos de la implementación de distintas políticas
relacionadas con el desarrollo y adopción de tecnologías y mejoras
en logística e infraestructura. “Argentina
podría duplicar la tasa de crecimiento esperada en la producción de
trigo para los próximos 10 años”
señaló el economista. “El principal desafío se encuentra en los
mercados internacionales”, agregó.
Sofía
Perini, de la Fundación INAI, se enfocó en responder cuáles son
las principales
barreras (arancelarias y no arancelarias) que enfrenta el trigo
argentino en el comercio internacional.
Asimismo, se plantearon los
principales interrogantes e implicancias de la cuota de trigo que
recientemente anunciara Brasil.
Se explicó que se trata de una medida que formaría parte de un
compromiso que data de 1995 en el marco de la Organización Mundial
del Comercio, que no es exclusivo para EE.UU. y que aún se desconoce
la forma en la que dicho contingente arancelario será asignado, como
quién finalmente podrá aprovechar la rebaja arancelaria. Perini
resaltó el hecho de que Argentina, junto a Uruguay y Paraguay,
podría requerir compensación al Brasil por la medida tomada, y
advirtió sobre los riesgos de la misma durante los meses que el
mercado brasileño es el único destino de las exportaciones
argentinas, que coincide con el inicio de la campaña comercial
estadounidense.
Adicionalmente,
se mostró un mapa con los mercados
que actualmente se encuentran abiertos, en negociación y cerrados en
términos de medidas sanitarias y fitosanitarias.
Por
último, se destacó la necesidad
de diversificar destinos de exportación, abriendo nuevos mercados
y sorteando obstáculos de acceso a través de la negociación
sanitaria o de acuerdos comerciales.