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Según datos de consultores privados, las ventas al exterior del cereal obtenido en la actual campaña superarán las 12 millones de toneladas
Según los datos aportados por los economistas Emilce Terré y Federico Di Yenno, las exportaciones de trigo, una producción que ha venido mostrando signos de recuperación en los últimos años, alcanzarán las 12.800.000 toneladas.
Al tener en cuenta el actual nivel de precios, las divisas que generaría el cereal superarían los 3.000 millones de dólares. Y en el caso de la harina, se proyectan ventas al exterior por debajo de las 620 mil toneladas, un 35% menor al récord de la campaña 2007/2008, y con ingresos por 200 millones de dólares.
En la campaña 2018/2019, tanto la siembra como la producción total de trigo, se ubicaron entre las más importantes de la historia del cereal. La superficie sembrada con trigo aumentó casi un 20% y alcanzó las 6.400.000 hectáreas.
Pese a una caída en el rendimiento por los efectos de las condiciones climáticas adversas, la producción fue de 18.700.000 toneladas. Todo esto derivó en una importante oferta total del cereal, más allá de los bajos stocks iniciales, de 19,6 millones de toneladas para toda la campaña que va desde diciembre del año pasado a noviembre de 2019. La oferta total son unas 600.000 toneladas más de las que se disponían el año pasado y casi un millón de toneladas por encima del promedio de los últimos cinco años.
El trigo argentino, muy demandado a nivel global
Los economistas comentaron que esta importante oferta “se encontró con una demanda que necesitó de hacerse de la mercadería lo antes posible, y fue que al comienzo de la campaña comercial ya se había vendido el 42% de la oferta. De esta manera se igualaba la marca más alta de la comercialización pre campaña alcanzada en la campaña 2012/2013”.
El sector exportador fue el que demandó de manera más rápida el cereal, en un contexto mundial con caída de producción por problemas climáticos en Rusia, Francia y Australia, por lo que el trigo nacional fue muy demandado ante esta situación. A esto hay que sumar que la producción en Brasil fue menor a la esperada, y eso derivo en un incremento de las necesidades del principal comprador de trigo argentino.
Por su parte los productores, ante los problemas económicos y financieros, tuvieron la necesidad de “hacer caja” con el trigo en diciembre pasado, para de esa manera poder financiar la pre campaña gruesa. “La cosecha del verano 2018, principalmente soja y maíz, se vio diezmada por la feroz sequía que impactó en pleno período crítico deteriorando la salud financiera del sector. Y con las altas tasas que debían enfrentarse quien optase por financiar gastos, se privilegió la venta por adelantado de la mercadería”, explicaron los economistas.
Al tener en cuenta el actual nivel de precios, las divisas que generaría el cereal superarían los 3.000 millones de dólares. Y en el caso de la harina, se proyectan ventas al exterior por debajo de las 620 mil toneladas, un 35% menor al récord de la campaña 2007/2008, y con ingresos por 200 millones de dólares.
En la campaña 2018/2019, tanto la siembra como la producción total de trigo, se ubicaron entre las más importantes de la historia del cereal. La superficie sembrada con trigo aumentó casi un 20% y alcanzó las 6.400.000 hectáreas.
Pese a una caída en el rendimiento por los efectos de las condiciones climáticas adversas, la producción fue de 18.700.000 toneladas. Todo esto derivó en una importante oferta total del cereal, más allá de los bajos stocks iniciales, de 19,6 millones de toneladas para toda la campaña que va desde diciembre del año pasado a noviembre de 2019. La oferta total son unas 600.000 toneladas más de las que se disponían el año pasado y casi un millón de toneladas por encima del promedio de los últimos cinco años.
El trigo argentino, muy demandado a nivel global
Los economistas comentaron que esta importante oferta “se encontró con una demanda que necesitó de hacerse de la mercadería lo antes posible, y fue que al comienzo de la campaña comercial ya se había vendido el 42% de la oferta. De esta manera se igualaba la marca más alta de la comercialización pre campaña alcanzada en la campaña 2012/2013”.
El sector exportador fue el que demandó de manera más rápida el cereal, en un contexto mundial con caída de producción por problemas climáticos en Rusia, Francia y Australia, por lo que el trigo nacional fue muy demandado ante esta situación. A esto hay que sumar que la producción en Brasil fue menor a la esperada, y eso derivo en un incremento de las necesidades del principal comprador de trigo argentino.
Por su parte los productores, ante los problemas económicos y financieros, tuvieron la necesidad de “hacer caja” con el trigo en diciembre pasado, para de esa manera poder financiar la pre campaña gruesa. “La cosecha del verano 2018, principalmente soja y maíz, se vio diezmada por la feroz sequía que impactó en pleno período crítico deteriorando la salud financiera del sector. Y con las altas tasas que debían enfrentarse quien optase por financiar gastos, se privilegió la venta por adelantado de la mercadería”, explicaron los economistas.
infobae
