https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=3ab76eea9c&view=att&th=1648a6d4d6c2fa40&attid=0.1&disp=safe&zw
BYMADATA - Cotizaciones en Tiempo Real | BYMA Bolsas y Mercados Argentinos

La crisis económica y las elecciones frenan las ventas de Metrogas y Transener

Las ventas de Metrogas y Transener no logran concretarse. Principalmente, por la falta de interés de los inversores locales e internacionales en apostar sus fondos en la Argentina.
Por lo menos, en momentos como el actual con una economía en recesión y variables financieras y monetarias inestables como son la cotización del dólar y las tasas de interés. A esto se le suma la incertidumbre política sobre la eventual reelección del presidente Mauricio Macri o la posible la vuelta del kirchnerismo y, por ende, de las recetas populistas basadas en cepos y cerrojos de todo tipo.
Si bien Transener y Metrogas, vinculadas a la energía y el gas, atraen la atención de grupos financieros y compañías también relacionadas a ambos sectores, el contexto macro impide, por lo menos hasta ahora, la posibilidad de cerrar ofertas concretas para quedarse con el control de ambas sociedades.
Ni siquiera la recomposición de ingresos que las dos han venido logrando a partir de los cambios en las tarifas y de los incrementos en el costo de los servicios que las dos ofrecen a sus clientes han logrado profundizar un mayor atractivo entre los posibles compradores.
De hecho, desde el Gobierno también admiten que la venta de las acciones de Transener y Metrogas han pasado a un segundo plano y admiten no tener mayor información para ofrecer al considerarse que ambos procesos de desinversión se encuentran "parados" y sin "novedades inminentes".
El caso de Metrogas parece ser el más lejano en cuanto a un reemplazo de YPF como dueño de la totalidad de las acciones de la mayor distribuidora de gas de la Argentina. La petrolera estatal heredó la titularidad de la empresa en el 2014, cuando compró el 53% de las acciones Gas Argentina S.A (GASA), el holding controlante de Metrogas. En ese momento, las acciones estaban en poder de British Gas, pero YPF ya controlaba otro 20% del capital.
Eran tiempos de gestión kirchnerista y la operación fue autorizada por las entonces autoridades del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) que entendieron que la operación no violaba el espíritu de la Ley del Gas a pesar de que la norma deja expresamente prohibido a una productora y transportadora como YPF tomar el control de una distribuidora como Metrogas.
Precisamente, ese argumento fue el esgrimido por el gobierno de Mauricio Macri para obligar al directorio de YPF a forzar la salida de la petrolera con una orden impartida a principios del 2017 para encontrarle un nuevo dueño a la gasífera.
Con esa premisa y a pesar de estar en contra de la medida, el directorio de Metrogas contrató al Citibank para encontrar interesados. En mayo del año pasado, la entidad había recibido varias ofertas no vinculantes entre las que se encontraban las de Compañía General de Combustibles (CGC), del grupo Eurnekian; la firma Integra, de José Luis Manzano; CAmuzzi, de Alejandro Macfarlane, y GasBAN, distribuidora del grupo español Gas Natural Fenosa.

Pero los días y los meses pasaron sin novedad a pesar de que se había estipulado un plazo inicial de dos meses para evaluar las ofertas y definir el perfil del nuevo dueño de Metrogas.
La crisis cambiaria hizo lo suyo y congeló la operación por lo que desde el Citibank estimaron que se concretaría para fines del año pasado. Sin embargo, pasaron ya casi tres meses de ese nuevo plazo sin que la entidad financiera internacional anunciara el cronograma de la transacción con un contexto económico-financiero que no aporta soluciones sino que aleja la posibilidad de encontrar financiamiento para cerrar el acuerdo.
Es decir, transcurridos dos años de esa decisión, todo sigue igual, con YPF como propietario de Metrogas y sin apuro por parte de las autoridades para dejar el control. De hecho, en el Gobierno tampoco muestran apuro para normalizar la situación al entender que los momentos actuales no colaboran para cerrar una transacción que pueda ser considerada aceptable en términos de lo que se podría obtener por la distribuidora.
"Nadie quiere forzar una venta en el actual contexto porque es seguro que no se pagaría lo que vale Metrogas", argumentan en algunos despachos oficiales vinculados al sector de servicios públicos. Desde YPF en tanto, aseguran que la petrolera "va a buscar vender Metrogas al mejor precio posible".
En este marco, la devaluación del peso del año pasado y el constante movimiento del dólar no parecen ayudar a las estrategias de valorización de la distribuidora que brinda servicios de gas a 2,2 millones de clientes en Capital Federal y varias zonas del Gran Buenos Aires (GBA).
Inicialmente, se especuló con un monto cercano a los u$s1.200 millones que actualmente parece ser muy lejano, más que nada si se tiene en cuenta que la performance financiera de la compañía durante el año pasado ha sido preocupante, más allá de haber logrado recomponer parte de su caja con los aumentos de tarifas.
De hecho, el balance del 2018 de Metrogas arrojó una pérdida de $606 millones contra una ganancia de $3.398 millones del 2017. Esto, mas allá de que la mayoría de sus ratios fueron positivos como haber incrementado sus ventas un 65%, totalizando operaciones por $32.700 millones respecto de los $19.770 millones del año anterior.
En cuanto a la ganancia bruta, se registró una suba del 58,5% y ascendió a $7.703 millones, comparado con $4.860 millones registrados en el 2017.
Sin embargo, los costos de operación aumentaron un 67,7%, los gastos de administración un 18,7% y los de comercialización otro 9,5%.
Y si bien la ganancia operativa ascendió a $3.669 millones, un 116,8% más respecto de la del 2017, los resultados financieros netos generaron una pérdida de $3.715 millones respecto de los $168 millones del ejercicio anterior.

Reticencia por la deuda

En el mercado se asegura que el problema de Metrogas se vincula a su deuda financiera y al incremento que tuvo debido a la brusca y fuerte revaluación del dólar frente al peso ocurrida más que nada entre febrero y abril del año pasado.
La empresa tiene compromisos que afrontar con varias entidades financieras del exterior. Un caso es el 
préstamo no garantizado con Industrial and Commercial Bank of China Limited - Dubai Branch (DIFC) e Itaú Unibanco - New York Branch, por u$s250 millones por un plazo de 36 meses y amortizable en 9 cuotas trimestrales a partir de los 12 meses desde la fecha de desembolso.  Usó la mayor parte del dinero para el rescate de Obligaciones Negociables (ON) y destinó el excedente a la refinanciación de pasivos corrientes y a capital de trabajo.
Luego, en diciembre pasado, emitió ON Clase 2 denominadas con vencimiento a los 12 meses por $512 millones. Con lo recaudado, Metrogas precancó capital e intereses de la primera cuota del préstamo con DIFC e Itaú Unibanco.
El caso de Transener es distinto desde el punto de vista de la performance de la empresa. Se trata de la mayor distribuidora de energía de alta tensión del país en la cual el Estado controla el 50% del capital de Citelec, a su vez controlante de Transener. El otro 50% de ese holding está en manos de Pampa Energía, mientras que el resto de las acciones se distribuyen entre el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses (20%), y accionistas minoritarios que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Si bien el Estado no se encuentra obligado a vender sus acciones como en el caso de Metrogas, la decisión se tomó también en el 2017 con el objetivo de obtener alrededor de u$s1.100 millones para las arcas oficiales.
El plan fue diseñado por el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren y hasta despertó el rechazo de la Unión Cívica Radical (UCR), socio del PRO en Cambiemos.
Teniendo en cuenta que se trata de un año electoral y existe la necesidad de cerrar heridas con los socios políticos y analizando la coyuntura económica y financiera que no favorece la valuación de la compañía, desde el Gobierno dejaron trascender que en el 2019 no habrá novedades con la venta de Transener.
El único avance concreto fue la contratación de una consultora que llevó a cabo el proceso de selección de interesados en la compañía. Al llamado se presentaron varias firmas vinculadas al mundo de las finanzas y quedó seleccionada PriceWaterhouse para llevar a cabo ese asesoramiento.
Por contrato, la consultora tenía seis meses para llevar a cabo el proceso, plazo que se encuentra largamente vencido sin haber mostrado resultados concretos.
Incluso, la buena performance que logró Transener en su balance del año pasado con una ganancia de $3.000 millones, no logró reflotar el proceso.
En el mercado se mencionaron varios grupos como posibles compradores. Dos colombianos, uno chino y también a la familia Perez Companc, aunque actualmente se reconoce que la operación se encuentra en el freezer y sin posibilidad de que se concrete durante este año.

iprofesional