Estamos
inmersos en una profunda sucesión de crisis que se
transformaron en
decadencia, vienen
tiempos de cambios, no se si para profundizar nuestra decadencia o
para comenzar a tratar de arreglar a un país repleto de errores y
sinrazones colectivas que hace décadas nos hace cada día más
pobres, más desprotegidos, más abandonados y más vulnerables.
Conocemos
el propósito del Presidente de aspirar a la reelección, el 1° de
marzo en su mensaje al Congreso de la Nación solo puedo exhibir en
su haber: promesas y compromisos incumplimientos, sumado a un
deterioro de la economía que provoca desocupación, pobreza y
quiebras en todas los sectores, y adoptando una actitud que resulta
un atropello a la razón cuando manifestó que creció el empleo, que
la inflación esta controlada, que vendrán inversiones externas, que
son el mejor equipo económico de los últimos 50 años.
Me
pregunto y les pregunto nos toma por tontos, pretende engañarnos,
o peor aún actúa con un cinismo patológico muy peligroso para la
salud de la nación y quienes la habitamos.
En
la vereda de enfrente tenemos a la ExPresidenta que pareciera ignorar
o desestimar el cúmulo de denuncias por corrupción que la alcanzan
a ella a sus ministros y colaboradores con una relevancia de niveles
vergonzantes.
La
legión de empresarios arrepentidos y no arrepentidos alcanza a la
élite de nuestro empresariado, incluidos familiares directos del
Presidente que reconocen haber pagado coimas por años, para
participar de la obra pública. .
Todos
caen en la volteada, funcionarios, políticos, empresarios,
gremialistas, fiscales, jueces, pero pareciera que olvidamos quienes
son la clave y la llave para que estos delitos puedan consumarse “los
contadores”
que contabilizaron estos fraudes, ellos conocen, donde están las
trampas, como entro y como salio el dinero, como se lo lavo y con
quienes, con que Bancos, como y donde, cual fue el derrotero por el
mundo que transitaron esos dineros y donde finalmente están.
También
se engaño a la AFIP o mejor dicho se dejaron seducir algunos
funcionarios por suculentos vueltos, a no equivocarse no se engaño
se defraudo a la AFIP, sí se evadieron el pago de impuestos, En
todo esto no hay ni ingenuos, ni pastores que dan perdón a cambio de
un simple rezo, vayamos al emblemático caso de Al Capone cayo no por
sus crímenes, cayo por evasión impositiva, su contador hablo,
sabia todo, todo estaba anotado.
Muchos
son los contadores que ocultan todo, callan todo, evaden todo,
adulteran todo comenzando por los libros de comercio, los Balances
por ellos hechos, auditados y firmados dando fe de la autenticidad y
transparencia de los mismos, la realidad es que adulteraron Balances
que ellos reitero con sus firmas dieron fe y legalidad, traicionan
la responsabilidad social que tienen, en definitiva sin ellos no
podría consumarse el delito, ahora la pregunta más infantil a todo
esto, lo hicieron por ignorancia, caridad, gratis, o son parte
necesaria de esta maraña de corrupción y fraude. Pero aquí
tampoco termina la cosa, están también involucrados los
Directorios, Síndicos y las Comisiones Revisoras de Cuentas de esas
Sociedades que aprobaron y firmaron durante años esos Balances,
trimestrales y anuales, más las firmas de Auditores que también dan
fe y certeza de lo asentado en los libros y que dichos Balances
son su reflejo, también están involucrados reitero los
funcionarios de la AFIP que detectaban estos fraudes pero los
ocultaban ¿a cambio de que?, desde luego de dinero porque esto
tiene un solo y común denominador dinero, dinero, dinero.
Dinero
que se les quito a los que trabajan, a quienes si pagan sus
impuestos, a los que nada tienen, a los jubilados, a las escuelas que
se derrumban, a la educación que hoy esta en la más profunda de las
crisis, a los niños desnutridos, a los maestros que luchan por
sueldos dignos, a los niños que no pueden educarse, a los
periodistas radiales y televisivos que trabajan sin cobrar sus
sueldos porque están esperanzados en conservar sus fuentes de
trabajo, a la inseguridad que todos los días mata, a la falta de
salud, al abandono de los hospitales, a la carencia de servicios como
gas, cloacas, agua, pavimento, al costo de servicios impagables, a
caminos destruidos, al empobrecimiento día a día de todo un pueblo,
a tragedias como la de Once o el submarino San Juan porque carecían
del mínimo mantenimiento.
Supimos
estar entre los países más ricos del mundo, hoy pelamos por no
estar entre los últimos, tenemos extensas tierras que son las más
fértiles del mundo, tenemos recursos mineros como pocos lo tienen,
tenemos reservas de gas y petróleo que están entre las más
importantes del mundo, somos los primeros productores de litio del
mundo, tenemos una riqueza casi ilimitada en nuestro mar que es
saqueado por países de Europa, Asia y cuanto país quiera pescar
gratis. Producimos alimentos de toda clase para más 400 millones y
solo somos 44 millones. No padecimos ni guerras, ni desastres
naturales. Entonces que nos paso y que nos pasa a los argentinos que
década tras décadas nos hundimos en la pobreza, corrupción y la
ignorancia, tanto descendimos que no advertimos la pobreza espiritual
que nos domina.
¡Por
Dios! Reaccionemos, demos la espalda a quienes vienen defraudándonos
en forma sistemática, que no se presenten como salvadores cuando son
nuestros verdugos y saqueadores.
Tenemos
gente de valía, tenemos jóvenes preparados que deben emigran porque
ambicionan más bienestar, más seguridad, más respeto y orden,
debemos revertir esta destrucción y terminar con esta decadencia,
exijamos a quienes pretenden gobernarnos que expongan y debatan
públicamente sus planes de gobierno, con quienes lo van hacer, como
y en que tiempos. No demos más cheques en blanco, exijamos
compromiso, responsabilidad, idoneidad y honestidad y si no cumplen
que la justicia actué y si corresponde que vayan a la cárcel. El
justo castigo es el mejor ejemplo.
Diego Lo Tártaro Presidente de IADER