Nos encontramos los argentinos ante una encrucijada difícil de definir o
adjetivar, la realidad diaria es que el
deterioro de la economía en todas sus variables esta conduciendo día a día a la quiebra a empresas sin distinción de
tamaño sean estas Pequeñas, Medianas o Grandes, sin respetar actividad, lugar o
región. Las abrumadoras cifras que dan
cuenta de despedidos y desocupados se acrecienta minuto a minuto, recordándonos
y acercándonos peligrosamente al derrumbe que padeciera los EE:UU en la crisis
del 1929-1930, si bien ambas crisis tuvieron orígenes diferentes pero de
continuar como vamos los resultados serán similares. El tendal de damnificados, obreros despedidos en la calle y sin trabajo
ni posibilidades de encontrar empleo, los quebrantos de empresas de grandes a
micro emprendedores, la impactante
cantidad de locales desocupados, fabricas vacías, cantidad de empresas que
suspenden personal, la multiplicación de los embargos, las liquidaciones de activos, se suceden sin pausa, esto nos impele a unirnos y afrontar esta
situación terminal de la estructura económica argentina, situación que solo podrá ser evitada con
medidas inmediatas, practicas, drásticas, uniformes y de cumplimiento efectivo.
Necesariamente para reordenar este abrumador desorden momentáneamente
debemos detener los despidos, los embargos, las intimaciones de remate y las
ejecuciones por deudas fiscales ante la AFIP, previcionales, bancarias,
municipales y de tarjetas de crédito, la
suspensión de ejecuciones hipotecarias y prendarías, tener un poco de
misericordia con los jubilados que hoy están abandonados a la espera de una mísera muerte, debemos ya detener los aumentos de las tarifas
de los servicios públicos, los cortes de luz, gas y agua a los hogares que se
atrasaron en el pago del servicio, hacer
una racionalización de estos cortes con empresas en situación de crisis, de clubes
sociales barriales, de entidades de bien público y comedores comunitarios.
Asumamos la realidad estamos en emergencia económica y social, hoy y no
mañana comencemos a ordenar toda la
estructura económica en todas sus
variables. Tomemos conciencia que la
situación en cualquier momento puede descontrolarse, cuidado con los pueblos
cuando se cansan de ser pobres en un país rico que solo privilegia a unos pocos
para hacerlos más ricos.
Con la excepción de los Bancos y las empresas de servicios públicos privatizadas, no hay actividad económica que hoy no este en crisis terminal, todo
esto y a todos nos agobia, pero el
Presidente, el Ministro Dubjone y el Presidente del Banco Central Guido Sandleris solo se preocupan por el valor del dólar para
atenuar y disfrazar la incontrolable inflación, para evitar esto y solo con el propósito
de ganar las elecciones no les preocupa que las tasas de interés resulten tan usurarias
que están destruyendo toda la estructura productiva y llevando a la economía a un previsible
colapso.
Pero desde el gobierno pareciera
que nada pasa, para ellos en definitiva es un problema de quienes obligatoriamente
tomaron crédito o deben necesariamente tomarlo. Por otra parte lo hacen con complacencia y
complicidad porque los Bancos son los que usufructúan estas disparatadas tasas ya que las Leliq son los títulos emitidos
por el Banco Central que pagan tasas de interés de más del 60% y que solo las pueden tomar los Bancos, que continúan haciendo sus vergonzantes
ganancias, de igual forma como en su
momento si hizo con las Lebac. Por otra parte no olvidemos que antes se hicieron ganancias más que
multimillonarias en dólares con las ventas de dólares a término en el gobierno
anterior y que hoy se continúa con la
misma practica y proceder. Situación
esta que como con el anterior gobierno y con este solo beneficio y beneficia a
sus socios y amigos. El resto todos los ciudadanos somos los damnificados
porque somos quienes pagan, los beneficiarios se ocultan porque son a quienes
nadie controla, porque son quienes instrumentan
estos fraudes encubiertos. Que solo están dispuestos a ser silenciosos, fieles
e impiadosos comisionistas, colaboradores y socios de los capitales especulativos
golondrinas tanto externos como internos, que cuentan con información
privilegiada y que vienen impunemente a hacer únicas utilidades a nivel mundial
que nuestro incontrolado sistema financiero permite.
Debemos imperiosamente y sin más dilaciones salvar a nuestras empresas nacionales, a
nuestras Pymes, a nuestras economías regionales, a nuestros artesanos y
profesionales, a proteger a nuestros
trabajadores. Quienes pretenden hoy suceder a esta calamitosa y catastrófica Administración
ya deben exponer sus planes de cómo instrumentar este impostergable salvamento.
Nosotros hace más de 22 años cuando nuestras empresas se encontraban en
una situación parecida a la crisis actual pero no de tanta magnitud ni
profundidad, propusimos al Presidente Menem un Plan Brady o Bono Pyme que no se
concreto, para el salvataje de las
empresas que estaban endeudadas con Bancos, la DGI y el Sistema Provisional,. Hoy debemos desgraciadamente volver a
proponer igual solución a una crisis que
supusimos que no volvería a ocurrir, pero como somos unos desmemoriados volvemos
a transitar los mismos caminos que nos llevaron siempre e indubitablemente a
nuestra propia destrucción.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER