4) Aceptá siempre cualquier financiación en cuotas
Llegás a la caja del supermercado con el carrito desbordado y cuando sacás la tarjeta, luego de preguntarte si sos consumidor final, esa voz mágica te pregunta: “¿Quiere hacerlo en 3, 6, 9 o 12 pagos?” La respuesta ya la conocés: un “sí” rotundo, ¡en 12 o 18, si es posible! Que la inflación se encargue del resto. Recordá que el lema de nuestra religión es disfrutar ahora. Más adelante verás cómo “levantar el muerto”.
5) Si te cancelan una tarjeta, retirá dinero utilizando otra tarjeta y cancelá la deuda
Es verdad que existe la posibilidad de que el banco emisor te cancele el plástico cuando tu línea crediticia se resiente a raíz de la financiación constante de los gastos corrientes https://www.lanacion.com.ar/2217359-tarjetas-credito-lenta-agonia-tu-linea-crediticia, pero ya sabemos que todo tiene solución: podés extraer dinero de un cajero utilizando otra tarjeta de crédito (esa extracción te llegará en el próximo resumen, ¡pero para eso falta!) o solicitar un crédito a sola firma para conseguir los fondos necesarios para pagar lo mínimo indispensable de lo que te pida el banco para volver a habilitarte la tarjeta.
6) Llevá siempre todas tus tarjetas encima: nunca se sabe qué oportunidad puede surgir
¡No dejes ninguna tarjeta afuera de la billetera! Las mejores compras son las no planeadas. ¿Y si pasás por una vidriera y te querés dar un gusto? Ahora que hay crisis económica seguro los comercios no están vendiendo nada y tienen ofertas increíbles. ¿Cómo no las vas a aprovechar? Comprar barato siempre es ahorrar. Eso sí, no te olvides: comprá solamente en aquellos comercios que te ofrezcan cuotas.
7) Si el letrero dice “cuotas sin interés”, andá sacando la tarjeta
Cuotas sin interés es cuotas sin interés. La letra chica es para los obsesivos o los escépticos que por no creer en nada se pierden las mejores oportunidades. No te dejes convencer por aquellos que llaman a caminar y comparar precios antes de comprar. Nos vas a encontrar el mismo producto con un descuento del 25 o 30% para pagos en efectivo. Si te vas sin comprar, después otro se lo llevó con su tarjeta y vos te quedás sin nada. Si las cuotas dicen ser sin interés, el costo seguro lo asumió el comerciante, que tiene que vender; o el banco, que necesita mostrar clientes activos.
Conclusión
¿Sentiste que alguno de estos tips era correcto? ¿Estuviste de acuerdo con al menos una de estas afirmaciones? Si es así, no quisiera estar en tus zapatos, menos ahora que el dólar parece haber despertado nuevamente y las tasas en pesos vuelven a subir para frenar una eventual estampida.
¿Te preguntás qué tiene que ver eso con el uso de tu tarjeta de crédito? Nada. Mejor dejémoslo ahí. ¡Vamos a reventar el plástico sin piedad! Mejor tomar el camino más corto. Bastante te esforzás para ganarla. No tiene sentido que también debas esforzarte en cuidarla. De última, el Veraz no puede ser tan terrible como dicen. Quizás puedas pagarles con tarjeta en cuotas para que un día te saquen de la “lista negra de morosos irrecuperables”. Tal vez sí, tal vez no ¡pero para qué preocuparse ahora! Habiendo tantas cosas en cuotas para comprar: sería una picardía pensar en eso.
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