El
cuarto panel sobre perspectivas de largo plazo para la agroindustria
argentina se enfocó en responder algunos de los siguientes
interrogantes: qué esperar para la producción y comercialización
de granos en la próxima década, qué impacto podría tener la
guerra comercial y qué rol puede jugar la política agroindustrial.
El
Abog. Nelson Illescas (Director de la Fundación INAI) detalló los
principales
factores que generan incertidumbre global en
el contexto actual. Entre ellos, resaltó las tensiones comerciales y
geopolíticas, la falta de avance y/o consenso en las negociaciones
comerciales (OMC, megaregionalismo, etc.), la volatilidad de precios,
el brexit y el cambio climático.
Asimismo,
presentó las
proyecciones (a 10 años)
que elabora la Fundación INAI en su Escenario de Referencia
Agroindustrial Mundial y Argentino a 2027/2028 (ERAMA
2027/2028),
que constituye una visión de largo plazo sobre los niveles de
producción, consumo y exportaciones, elaborada a través de la
utilización del modelo de simulación de la Fundación INAI.
Si
continúan vigentes las tendencias actuales la producción
de cereales y oleaginosas podría ascender a 151,6 millones de
toneladas en la campaña 2027/2028
(un incremento de 17% vs. campaña 2018/19). Illescas aclaró que
este escenario incluye la eliminación del diferencial de derechos de
exportación para el complejo sojero, la aplicación del derecho de
exportación vigente (3 o 4 pesos según corresponda) hasta 2020 y
supone que las tensiones comerciales sólo afectan el corto plazo
(próximas dos campañas).
Si
en cambio se asume que la guerra comercial entre China y EE.UU. se
profundiza, se observa un incremento en la producción y exportación
de poroto de soja respecto del escenario anterior, mientras el resto
de los productos sufren una caída. En el escenario donde se
incorporan los subsidios estadounidenses, se observa una recuperación
de maíz y trigo ya que el subsidio diluye la potencial ganancia en
precio de la soja, producto del arancel de China. En todos los
escenarios la molienda de oleaginosas en Argentina aparece como
principal perjudicado por la guerra comercial, con un impacto
negativo que se traduce en menor producción y caída significativa
en sus ventas.
“Si
bien pueden presentarse oportunidades comerciales de corto plazo, si
se profundiza la guerra comercial los impactos sobre el comercio
serán negativos” afirmó Illescas, quien destacó que las
negociaciones comerciales pueden ser una vía para que Argentina se
asegure el acceso a mercados que podría ganar temporalmente gracias
a la guerra comercial.
Complementando
la visión del futuro de la agroindustria argentina, Ramiro Costa,
subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales, analizó los posibles
impactos de la implementación de distintas políticas relacionadas
con el desarrollo y adopción de tecnologías y mejoras en logística
e infraestructura. “Argentina podría duplicar la tasa de
crecimiento esperada en la producción de granos para los próximos
10 años” señaló el economista. En un escenario de cierre de las
actuales brechas que existen en la tecnología aplicada por los
productores en todo el país y con baja de costos logísticos la
producción de granos podría alcanzar las 190 millones de toneladas.