Mucho pitonisos dijeron en su momento, incluido el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, que si se llegara instaurar el gobierno que proponía en aquel entonces el golpista Hugo Chávez Frías, Venezuela viviría un retroceso anormal y sería una nación semejante a la cubana, donde los derechos ciudadanos han sido cuarteados, en todo sentido, tras un falso investimento de democracia. Sin embargo, para mal del venezolano, aquellas personas que vislumbraban aquel panorama futuro fallaron. Hoy Venezuela está peor que Cuba.
Mucho pitonisos dijeron en su momento, incluido el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, que si se llegara instaurar el gobierno que proponía en aquel entonces el golpista Hugo Chávez Frías, Venezuela viviría un retroceso anormal y sería una nación semejante a la cubana, donde los derechos ciudadanos serían cuarteados, en todo sentido, tras un falso investimento de democracia.
Sin embargo, para mal del venezolano, aquellas personas que vislumbraban aquel panorama futuro fallaron. Hoy Venezuela está peor que Cuba.
Además de las carencias que vive la isla caribeña, mantenida por Venezuela mensualmente con cargamentos de petróleo y gasolina, se le suma a la cuna de Simón Bolívar los altos índices de violencia, la presencia de paramilitares y grupos armados que controlan grandes regiones en el país y la falta de servicios básicos como luz, agua, transporte; sin hablar de comida, moneda y medicamentos.
La corrupción es otro mal que aqueja a la sociedad venezolana, flagelo que no solo está instaurado en las grandes cúpulas gubernamentales y militares. Hoy el venezolano de a pié usa este mal para poder subsistir a una economía hiperinflacionaria que crece sin control por la falta de medidas pertinentes por parte de un Estado al que parece no importarle la necesidad del pueblo.
Es casi tan impronunciable el número de planes anunciados por Nicolás Maduro, en 6 años de gobierno, para salvar la economía de una nación petrolera, como el valor de un kilo de carne; hecho que facilitó recientemente tras prolongar una vez más la conversión monetaria prometida para el mes de mayo, a la que le quitó 3 ceros más, para un total de 5.
Para mostrar las dimensiones de la crisis que se vive en Venezuela, la agencia de noticias EFE solo tuvo que mandar a un par de fotógrafos a las calles para captar la cotidianidad y este fue el resultado.