Los gigantes industriales Linde y Praxair están en negociaciones para salvar su acuerdo de fusión por 83.000 millones de dólares, después de que las autoridades regulatorias de Estados Unidos exigieron la venta de activos que generan más de 4.300 millones de dólares en facturación.
Linde dijo el miércoles que espera que las desinversiones alcancen un nivel que permita a cualquiera de las partes a abandonar el acuerdo, aunque la compañía alemana añadió que continúan las conversaciones, tanto con Praxair como con los reguladores.
Analistas dicen que aún esperan que la operación se concrete, aunque advirtieron que la venta de activos podría disminuir su atractivo y complicar los objetivos de sinergias.
Linde y Praxair -con sede en Estados Unidos- acordaron una fusión completa en principio en diciembre de 2016, con el propósito de crear un líder mundial en la distribución de gas que supere a la francesa Air Liquide, que también está tratando de materializar la compra de su rival Airgas.
reuters