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Muchos analistas se han estado preguntando cuándo, o si llegará el momento decisivo para Trump. Sin duda ha habido acontecimientos impactantes que podrían haber terminado, o al menos herido irreparablemente, a otras presidencias. Veamos:
- Miles de muertos después de que la administración Trump no brindara asistencia básica a los estadounidenses devastados por un huracán en Puerto Rico.
- Los correos electrónicos que muestran que Donald Trump, Jr. buscó con entusiasmo la asistencia de Rusia durante la campaña de 2016.
- Más de 2.000 niños fueron apartados en la frontera y recluidos en centros de detención.
- Corrupción sin precedentes, ya que el presidente, su familia y sus asociados cobraron descaradamente de cargos públicos.
- Informes creíbles de que Trump pagó dinero para encubrir asuntos extramatrimoniales.
Trump ha sobrevivido a cada nueva conmoción, algunos han llegado a la conclusión de que disfruta de invulnerabilidad especial ante el escándalo. Las razones más probables por las que Trump ha sobrevivido a una serie de escándalos son dos:
- Los republicanos controlan la Cámara y el Senado y han rehusado pedirle cuentas.
- Los votantes republicanos apoyan firmemente a Trump.
Sin embargo, ahora hay signos de posible descontento entre algunos republicanos en el Congreso por las medidas proteccionistas de Trump con la Unión Europea, China, Canadá y México. Entre estos disconformes están: El senador Jeff Flake que ha prometido bloquear a los candidatos al supremo si no se le limita a Trump su capacidad para imponer aranceles, el senador Bob Corker, que está tratando de aprobar una legislación que permita al Congreso bloquear los aranceles, el senador Ben Sasse que ha descrito a los aranceles como "estúpidos", y el presidente de la Cámara Paul Ryan que ha advertido sobre los efectos nocivos de una guerra comercial.
Estas preocupaciones tienen fundamento. Cada vez son más las empresas estadounideses que están declarando sentirse perjudicadas por las medidas de Trump.
El peligro para Trump y los republicanos es obvio. Con las próximas elecciones de mitad de mandato en noviembre, historias de despidos y cierres de fábricas serían una pesadilla política. Los republicanos entienden esto, no está claro si Trump también.
