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India, el segundo país emergente más pujante después de China, tiene escasos vínculos comerciales y de negocios con Argentina, pese a que es un enorme importador mundial de casi todos los productos que Argentina exporta. Por eso, el presidente Macri resolvió reemplazar a la embajadora allí y viajar él mismo a ese país en el mes de septiembre para fomentar el comercio y las inversiones, como pudo saber LPO en exclusiva.
La última vez que un mandatario argentino estuvo en India fue en 2009 cuando Cristina Kirchner visitó Nueva Delhi con una agenda que incluía la firma de convenios de cooperación comercial, de ciencia y energía nuclear.
India importó en 2016 344.000 millones de dólares en productos de los más variados: desde petróleo hasta diamantes y en especial alimentos y productos químicos. Por eso para Macri es crucial ganar espacios en ese mercado. Luego de dos años, no estaba conforme en materia de resultados comerciales con la embajadora argentina en Nueva Delhi, María Cristina Ueltrichi, quien se había focalizado en la promoción del vino y el turismo.
Por tal motivo, el presidente en su lugar designó al economista Daniel Chuburu, quien desde mayo de 2016 se desempeñaba como embajador en México. Y para darle ímpetu a la nueva tónica de la política exterior argentina, será él mismo quien viaje en septiembre a la India en busca de inversiones y de profundizar el comercio bilateral. De los 384.300 millones de importaciones en 2017 (7,1% fue de agroalimentos), Argentina le vendió a india 2.082 millones, es decir el 0,5% de las importaciones totales de ese país.
En tanto, Argentina importó 820 millones de dólares en bienes de la India según el Informe de Comercio Argentino del Indec. De esta forma en 2017, el saldo de comercio fue superavitario por 1.258 millones, pero a Macri le preocupa la tendencia: mientras que las importaciones de la India crecieron 17,7%, las exportaciones argentinas a dicho país cayeron 5,5%. Esta dato se agrava si se tiene en cuenta que el 2017 las importaciones de ese país crecieron aproximadamente 10%.
De momento, la profundización de las relaciones bilaterales ya comenzó: acaba de retirarse del país una misión de cien empresarios indios -la misión más numerosa de ejecutivos del país asiático a territorio argentino en la historia-; y mañana viajará a Asia una misión argentina del sector minero a profundizar las relaciones bilaterales sectoriales y posicionar al país como futuro proveedor de cobre ante la creciente demanda proyectada para la próxima década y presentar las oportunidades de inversión en exploración en el territorio nacional.
El viaje de la delegación, que estará encabezada por el subsecretario de Desarrollo Minero, Mario Capello, se concreta a pocas semanas de una visita a la Argentina de un centenar de empresarios indios en búsqueda de explorar oportunidades de negocios en distintas ramas de bienes y servicios.
En este caso, la decisión de viajar a la India con una agenda exclusivamente minera es "mostrar las oportunidades de inversión en los siete pórfidos de cobre que están muy cerca de ponerse en marcha e invitarlos a sumarse a los proyectos de exploración en carpeta", explicó Capello a Télam desde Nueva Dehli.
El funcionario argentino destacó que India presenta un déficit comercial 67.000 millones de dólares en 2016, el cual se explica por la fuerte importación de bienes, mientras que la balanza comercial de servicios es superavitaria.
En este esquema, el país asiático "es un importador neto de productos minerales, en particular consume actualmente el 2% del cobre refinado mundial -China sigue siendo el principal demandante con el 48% del total global-, mientras que produjo el 0,1% de la producción total".
Con una economía que creció a un promedio anual del 7,3% durante la última década, se estima que India "explicará casi un tercio de la nueva demanda de cobre hacia 2022, lo que habla de un crecimiento exponencial de sus importaciones" de este mineral en particular.
Capello destacó que India será el país más poblado del mundo hacia 2035 y su población rural también seguirá creciendo nominalmente, por lo cual se proyecta que si en 2050 alcanzara el consumo per cápita de China de 2005, podría demandar 7,5 millones de toneladas de cobre, el equivalente a la producción conjunta de Chile y Perú en 2015.
"Se espera entonces que con una población en desarrollo y un producto per cápita en alza, al inversión en infraestructura crecerá fuertemente, lo que implica mayor demanda de acero, aluminio, zinc y cobre", resaltó el subsecretario.
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