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Cristina Fernández de Kirchner declaró que el año pasado le donó a sus hijos, Máximo y Florencia, $ 73,9 millones de su patrimonio, que se derrumbó un 95,5%.
Según su última declaración jurada presentada ante la Oficina Anticorrupción, en su condición de candidata a senadora por Unión Ciudadana, la ex presidenta informó que comenzó el año 2016 con bienes por $ 77.303.100,23 y que lo finalizó con $ 3.499.043,11.
No se quedó ni con la titularidad de su departamento en Recoleta ni su casa en Río Gallegos ni las propiedades en El Calafate. También se deshizo de la mayoría de las demás propiedades y los plazos fijos, que en su momento había heredado de Néstor Kirchner. Apenas preservó dos cajas de ahorro, una cuenta corriente y un plazo fijo, todo en pesos, y $ 500 mil en efectivo.
En el apartado de las observaciones, Cristina Kirchner explicó que la variación de su patrimonio se debió a que mediante una escritura de marzo de 2016, “se efectuó donación de sus bienes y sus deudas” a sus hijos.
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