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Jardines maternales y guarderías: aumentan los casos de niños con bronquiolitis



Durante el invierno los niños y niñas están más expuestos a contraer enfermedades respiratorias que pueden ir desde el resfrío hasta una bronquiolitis. Los jardines infantiles, maternales y guarderías suelen convertirse en un foco de contagio si no se toman las medidas de prevención y control necesarias.

*Asesoraron: Dr. Ariel Almada. Coordinador de pediatría, Swiss Medical Center Barrio Norte. MN.116474.
Dra. Florencia Biasoli. Staff de la Guardia de Pediatría Swiss Medical Center Barrio Norte. MN 134799.

El virus sincicial respiratorio humano (VSR) causante de la bronquiolitis históricamente, y en todo el país, el principal agente etiológico viral en niños sanos y con factores de riesgo. Aproximadamente un 70% de las consultas pediátricas en urgencias en esta época se deben a cuadros respiratorios que se deben a múltiples causas: bronquiolitis, catarros, gripe, neumonías, neumonitis, laringitis, rinitis, infecciones del tracto respiratorio inferior, entre otras. La bronquiolitis aparece en un grupo que se define como el primer  episodio de broncobstrucción en pacientes menores de dos años, en la gran mayoría menores de 6 meses.
La bronquiolitis es una infección respiratoria que ocurre habitualmente en otoño e invierno y compromete las vías respiratorias bajas o bronquiolos. Estos son pequeñas ramas del árbol respiratorio que transportan el aire hacia adentro y fuera del pulmón. Cuando se infectan se genera inflamación y aumento de las secreciones respiratorias, dificultando el paso del aire y provocando que el niño deba realizar mayor esfuerzo al respirar.
Los primeros síntomas son similares a los de un resfrío: aumento de las secreciones nasales, congestión, tos y fiebre que puede durar 2 o 3 días. Cuando se compromete la vía respiratoria más baja puede desarrollarse dificultad para respirar en grado variable. Ésta puede reconocerse por la presencia de respiración acelerada, retracción entre las costillas y silbido en el pecho. El niño puede fatigarse con facilidad dificultando la alimentación. La mayor parte de los pacientes tienen cuadros leves y pueden ser tratados en forma ambulatoria. Habitualmente el cuadro dura una semana aunque la recuperación completa puede retrasarse unos días más.

La bronquiolitis se presenta en lactantes menores de 2 años, con una máxima incidencia entre los 3 y 6 meses de vida. Esta población es más susceptible ya que sus vías respiratorias, de tamaño más reducido, se obstruyen con más facilidad que las de los niños mayores y los adultos.
Además, es más frecuente en los bebés y niños de género masculino, los que no se han alimentado con leche materna, los expuestos al humo del tabaco y los que viven en condiciones de hacinamiento.
Cabe destacar que los niños que asisten a guarderías en los primeros años de vida tienen mayor riesgo de estar en contacto con virus respiratorios, entre ellos con el VSR. Principalmente en lactantes pequeños esta infección puede manifestarse como bronquiolitis, a diferencia de los niños mayores que habitualmente presentan síntomas de resfrío.

¿Qué la causa?
Los virus son los agentes que causan la bronquiolitis, la mayoría de los casos son producidos por el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), pero también hay otros virus implicados. La infección se adquiere al estar en contacto con secreciones nasales o saliva de una persona infectada (Ej. por estornudar cerca de la cara o compartir un vaso), o a través de los objetos contaminados (picaportes, juguetes, etc). El contagio puede evitarse si se realiza lavado de manos o se utiliza alcohol en gel tras estornudar, toser o sonarse la nariz. Debe evitarse el contacto con personas enfermas y la exposición de niños al humo del tabaco.

¿Cómo tratarla una vez que se adquiere?
La bronquiolitis en una infección que se autolimita. No existe un tratamiento que elimine el virus. Los antibióticos no se utilizan para tratar infecciones virales y su uso en bronquiolitis no se aconseja. 
Para prevenir la bronquiolitis no existe una vacuna, por eso es muy importante evitar la exposición al virus. Las recomendaciones para el manejo en el domicilio incluyen:
·         Descanso adecuado
·         Inhalación de vapor para mantener las secreciones respiratorias fluidas y aspiración suave con pera de goma.
·         Mantener la lactancia y aportar líquidos frecuentemente para evitar la deshidratación que puede producirse en niños que por la dificultad para respirar se alimentan mal. Se recomienda hacer tomas cortas y con mayor frecuencia.
·         En caso de fiebre dar antitérmicos según indicación de pediatra de cabecera.
Si un niño presenta severa dificultad para respirar o requerimiento de oxígeno, se indicará su internación para poder realizar controles estrictos y establecer medidas que le permitan hidratarse correctamente y alcanzar una oxigenación adecuada.

ALGUNAS PAUTAS PARA TENER EN CUENTA

Si el niño:
- Comienza a respirar muy rápido, agitado
- Se encuentra extremadamente cansado, pálido o sudoroso
- El color de la piel es amoratado, sobre todo en los labios y/o las yemas de los dedos
- Le cuesta alimentarse (en especial líquidos/leche) o rechaza el alimento
- Tiene un catarro que empeora repentinamente
- Tiene accesos de tos continuos que impiden el descanso y provocan vómitos
- Respira hundiendo las costillas y levantando el abdomen (observar con el pecho descubierto)
- Ante cualquier duda consulte con un profesional