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Horacio Frega fue interventor-privatizador de Carlos Menem de Radio Belgrano, de la onda de Radio Municipal que Menem le regaló a Daniel Hadad y hoy la explota Cristóbal López (la “10”), de una radio de Paraná y salvó de la quiebra a la antigua ATC, hoy Canal 7. Como su traabajo no fue alcanzado por las denuncias de corrupción y coimas de otras privatizaciones, Frega se presentó radiante frente al riojano hace ya 20 años para solicitarle lo incluyera en la lista a diputado porteño allegando que nunca le trajo problemas de denuncias a Menem. El entonces Presidente le respondió: “Horacio, vos nunca trajiste caja, las denuncias no me importan… la caja sí”.
Obvio, nunca fue candidato y cuando salió casi llorando de Olivos decidió escribir un libro sobre su militancia histórica en el peronismo.
Frega recuerda una historia trival en su momento. Así nos la contó: “Menem fue a celebrar a Salta la hazaña de un 17 de junio de Martín Guemes. Allí apareció una periodista de Página 12, Gabriela Cerruti, que pugnaba por subir al Tango 01 y a estar cerca de Menem…lo admiraba y quería comprobar en persona si era tan seductor como se decía”. Frega hizo de nexo para que Cerruti cumpliera su deseo.
“Después no sé que paso entre ambos, mas allá de las sonrisas cómplices que se veían en el vuelo. Las fotos iban a salir en mi libro pero quedaron traspapeladas en la imprenta de Rossi, el ex de Iliana Calabró y cómplice de La Rosadita, y nunca lo pude volver a ver para recuperarlas. ¿Alguien sabe donde lo puedo ubicar..?
Pero ese encuentro en el Tango 01 tuvo otras aristas. Menem le pidió a Carlos Corach que la tuviera en cuenta para esa “cadena de la felicidad” (expresión de Jorge Asís) que el menemismo manejaba con precisión quirúrgica. No solo la SIDE operaba en ese reparto de dinero, también lo hizo el Ministerio del Interior.
No le interesaba notas edulcoradas de la Cerruti sino salgo mas preocupante para el menemismo. La periodista que entonces molestaba al poder era Sandra Russo (después 6-7-8) y la Cerruti podía aportar mucho sobre ella. Lo que pudo haber dicho o haber callado quedó en la intimidad del riojano.
Cerruti mostró tiempo después que no le hacía asco a nada. Luego de una misteriosa estadía en Inglaterra (nunca se piensa bien de quienes son invitados a perfeccionarse con los piratas ingleses), Cerruti dejó el periodismo por la política. Se unió Anibal Ibarra y fue integrante de su equipo de trabajo hasta que la complicidad de Ibarra con la masacre de Cromañon lo dejó fuera de la Intendencia de CABA.
Aníbal le rogó a Jorge Telerman que fuera solidario y renunciara a asumir la Intendencia de CABA (también hizo el mismo pedido al resto de sus colaboradores), pero Telerman no tuvo responsabilidad alguna con el local siniestrado en Once y decidió asumir como continuador del expulsado intendente.
Cerruti hizo lo mismo, se fue corriendo al lado de Telerman y justificó la traición a Ibarra con una expresió maradoniana: “La fidelidad es una virtud de los animales domésticos, no de las personas”. Y ahí quedó hasta el final del mandato sin pena ni gloria.
Después eligió mal donde arroparse, se fue al lado del mediocre (ex partido Comunista y como tal acomodaticio y buchón del mejor postor), Martín Sabattela, hoy también ninguneado por Cristinas Kirchner. El ex intendente de Morón, amigo de los Cirigliano y del Padre Grassi cuando le convino, fue tan inútil que teniendo en sus manos la división de Clarín lo único que logró fue fortalecer al multi medio de Magnetto.
Y para colmo hoy tiene una causa judicial por sus desaguisados económicos asl frente de ese engendro llamado AFSCA. Se llevó parte de los sueldos de sus empleados y además parte de los fondos del organismo sin justificación alguna.
Sin que Cristina optara porque MILES la apoyara –el partido de DÉlia, Boudou, Esteche y Cerrutii-, la ex cholula de Menem busca donde posicionarse para seguir en carrera… aunque como se dice en el lenguaje del turf, no tiene performance para acreditar alguna carrera con buen tiempo (no sirve para correr ni en pista liviana, barrosa ni pesada).
Su última intervención fue un chicaneo a Nicolás del Caño a raíz del conflicto de PEPSICO.
La trama de PEPSICO no es fácil de desarrollar. Su ubicación de donde se está mudando a Mar del Plata es una bomba de tiempo para el barrio, es mejor que se vaya de ahi donde nunca tuvo que haber estado.. Pagó buenas indemnizaciones pero los laburantes que se niegan a ir y/o trasladarse a la ciudad felíz también tienen sus derechos. Ya se sabe que a las multinacionales como éstas no les interesan las personas sino los números.
A nadie le cayó bien la chicana a Del Caño (en realidad Cerruti repitió los dichos de un policía al dirigente de izquierda). Estos conflictos laborales y sociales no son para tomarlos en sorna, salvo que en el fondo este llevando agua para el molino de PEPSICO. Pero bueno, ¿Qué se puede pedir de esta mujer que alguna vez quiso sentir en carne propia si Menem era tan seductor como se decía?
Game over para una., juego terminado.
Por Jorge D. Boimvaser
