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El capitalismo en su estado más bruto

La verdad es que a nadie le gusta el capitalismo. Aunque te cueste creerlo, aún los empresarios odian el capitalismo. También los trabajadores, los consumidores y los políticos.

¿Por qué lo odian?

Los trabajadores y los consumidores porque los obliga a trabajar duro para ganar dinero. El capitalismo en su estado más bruto es una meritocracia. Gana dinero el que agrega más valor, el más eficiente, el más creativo. Y esto no es “cómodo” para nadie.

Los empresarios también odian el capitalismo. Sí, ya sé que es difícil de creer esto. La creencia popular es que el empresario ama el capitalismo porque le permite ganar mucho dinero. Pero eso no es completamentecierto.

Es cierto que el empresario necesita de una empresa que venda algo para generar dinero. Pero una cosa es hacer eso en un mercado protegido y sin competencia y otra cosa es generar dinero en un mercado libre.

Los verdaderos empresarios defienden el libre mercado y no le temen a la competencia. Pero hay muchos otros empresarios –lamentablemente la mayoría- que buscan mejorar su situación hablando con sus amigos los políticos. Buscando privilegios, favores o restricciones a su competencia. Y los privilegios no tienen nada que ver con el capitalismo, son todo lo contrario.

Este tipo de empresario, el amigo del político, cuando pierde privilegios pierde dinero. Y cuando es obligado a competir en un mercado libre, desaparece muy rápidamente.

Mirá la noticia que leía esta mañana en el diario El Cronista:

A tres meses de la quita del arancel, sólo una empresa sigue fabricando notebooks en el país.

La quita del arancel de 35% al ingreso de computadoras, notebooks y tablets del exterior en abril originó un gran cambio en el sector, que hasta entonces producía localmente notebooks, tablets, PCs de escritorio y AllinOne, entre otros productos.

Las empresas aseguran que es imposible competir con productos de Asia, donde los costos en general y la mano de obra son mucho más baratos. Como consecuencia, la mayoría dejó de fabricar notebooks y tablets y comenzó a importarlas.
Hasta hace pocos meses atrás los empresarios fabricantes de computadoras tenían un negocio fabuloso. Producían computadoras caras y de mala calidad, pero gracias a las restricciones que imponían sus amigos los políticos podían venderlas masivamente y ganar mucho dinero.

Todo terminó en un abrir y cerrar de ojos cuando se abrió el mercado. Desde ese momento estas empresas dejaron de existir porque no pudieron competir en el libre mercado. No pueden sobrevivir en un sistema capitalista.

Pero este tipo de cosas no sólo ocurre como consecuencia de las medidas de los políticos. A veces es el mismo mercado el que determina que una empresa desaparezca.

En el siguiente gráfico podés ver este fenómeno en forma brutal. Muestra la cantidad de teléfonos celulares inteligentes que la empresa canadiense BlackBerry vendió desde 2006 a la actualidad, expresado en millones de unidades:



Como ves, en sólo diez años, BlackBerry nació, se convirtió en líder indiscutido y cayó estrepitosamente hasta casi no vender nada.

¿Cómo ocurrió este surgimiento y caída?

Dos razones: la primera es la innovación, la segunda la competencia.

Primero, esta desconocida empresa innovó y lanzó un teléfono celular increíble para la época. Recuerdo la primera vez que me dijeron que desde un teléfono se podían mandar emails. Tuve que verlo con mis propios ojos para creerlo.

Pero rápidamente otras empresas imitaron a BlackBerry con teléfonos que no sólo podían enviar emails sino hacer muchas otras cosas más. Los competidores innovaron lanzando modelos superadores.

En cambio, BlackBerry no quiso o no supo seguir ese ritmo de innovación, y como consecuencia de eso fue literalmente barrida del mercado.

Hoy Blackberry no vende más teléfonos y se dedica a vender desarrollo de sistemas.

Esas son las consecuencias mas brutales del capitalismo.

Nuestra lección

Ahora, nosotros como inversores individuales también podemos sacar enseñanzas de esto. Dos muy importantes.

La primera es entender que la única forma de generar riqueza a largo plazo es conviviendo con el capitalismo. Es cierto que es “incómodo” para todos, pero no hay otra forma de elevar nuestro nivel de vida. Simplemente no existe.

La segunda es, a la hora de tomar una decisión de inversión, poner nuestro dinero en empresas que no solo sepan competir en un libre mercado, sino además que estén acostumbradas a innovar en forma constante. Esa es la única forma de sobrevivir en esta brutal pero rica selva que es el capitalismo global.

¡Buenas inversiones!

Federico Tessore
Director
Tessore Research