El Bitcoin se ha marcado una subida increíble. La criptodivisa se ha revalorizado en torno al 124 por ciento en 2017. Y eso después de que ganara un 125 por ciento en 2016. Sólo en mayo, ascendió más del 60 por ciento. Es difícil saber cuál será su comportamiento a largo plazo, pero una cosa es segura: los inversores están atrapados en la euforia sobre la criptodivisa.
Una teoría simple para el aumento vertiginoso del Bitcoin en las últimas semanas es que se está convirtiendo en una profecía autocumplida. El momentum engendra impulso y la compra engendra compras cuando las ganancias comienzan a acelerarse.
Tenga en cuenta que el precio de Bitcoin ha aumentado, en promedio, cuatro de cada cinco días en mayo. Siete de cada 10 días en 2017. Cuando se combinan estos tipos de medias con grandes ganancias, es seguro que se capta la atención de la gente y atrae a los cazadores de rendimiento y los especuladores que quieren entrar en acción. Ver como el mejor activo sigue subiendo aumenta la confianza de los inversores de que esas ganancias durarán indefinidamente. La confianza crece con cada nueva subida.
"Compare estos resultados con el mercado de acciones", dice Ben Carlson en BBG. "Desde 1926, si usted analiza el comportamiento diario del S&P 500 y se divide en ganancias y pérdidas, los números muestran que es básicamente como tirar una moneda al aire, con un 54 por ciento de todos los días en positivo y un 46 por ciento en negativo.
Incluso durante el enorme mercado alcista desde principios de 2009, los retornos diarios han seguido un patrón similar:

Los días positivos superan ligeramente a los días negativos, pero están lo suficientemente cerca como para que cuando las acciones comienzan a caer, los inversores teman ante el posible final de este rally.
La razón por la que estos tipos de estadísticas importan es que la naturaleza humana dificulta que las personas procesen las pérdidas de la misma manera que las ganancias. La investigación del psicólogo conductual Daniel Kahneman muestra que lamentamos las pérdidas dos veces más que la felicidad que sentimos por las ganancias. Este sesgo se llama aversión a la pérdida.
Así que la probabilidad de las posibles ganancias o pérdidas pueden tener un enorme impacto en nuestras decisiones como inversores.
Dado que el rendimiento diario en el mercado de valores es más o menos una propuesta 50-50, la aversión a la pérdida significa que comprobar el valor de sus inversiones diariamente le provocará un mal sentimiento. Toda la alegría que tendrá los días de subidas será completamente eliminado por la doble dosis de dolor de los días de caídas.
La solución simple para hacer frente a este problema es evitar evaluar su cartera de forma regular. Cuanto más la mires, es más probable veas pérdidas ya que las acciones no alcanzan nuevos máximos cada día. Mientras que las acciones alternan ganancias y pérdidas, en promedio, si alarga su horizonte temporal, las probabilidades de un retorno positivo son mucho más altas.
Usando los mismos datos para el S&P 500 que se remonta a 1926, todos los períodos de un año mostraron ganancias aproximadamente tres de cada cuatro años. Si extendemos el horizonte de tiempo a 10 años, el 95 por ciento de todos los períodos acabaron con ganancias.
Todo el mundo parece tener una opinión sobre hasta dónde subirá el Bitcoin o lo rápido que caerá de nuevo a la Tierra. Sin embargo, es imposible pronosticar las emociones de otros inversores, y en un momento eso es lo único que mueve a un activo. Pero mi conjetura es que el actual rally del Bitcoin comenzará su caída una vez que los retornos diarios estén equilibrados más uniformemente entre los días ascendentes y descendentes.
Una vez que comience a sentirse la aversión a la pérdida en el precio del Bitcoin, probablemente significará el final de su implacable subida. Desafortunadamente, averiguar cuando sucederá esto es extremadamente difícil, ya que en estas circunstancias predecir un cambio en la dirección del mercado casi no tiene lógica."
Fuentes: Ben Carlson - BBG
Carlos Montero - Lacartadelabolsa