El área sembrada de trigo sería
de 5,5 millones de hectáreas y la producción de 17,5 millones de
toneladas
Durante la Jornada
Lanzamiento de Campaña Fina 2017/18,
la Bolsa de Cereales presentó sus proyecciones de siembra,
producción y aporte a la economía argentina para la nueva campaña
de cereales de invierno. Según las estimaciones de la entidad, la
expansión del área sembrada y la mayor incorporación de
tecnología, durante las campañas que siguen al cambio del esquema
normativo que afectaba al sector, resultarían en un crecimiento del
producto bruto de la cadena triguera del 120%. Esta
expansión generaría un aumento de la recaudación fiscal del 27%,
aún con eliminación de los derechos de exportación,
que se vio más que compensada por el incremento de la actividad y la
recaudación vía otros impuestos.
El seminario fue abierto con
palabras de bienvenida por el titular de la Bolsa de Cereales,
Ricardo Valderrama,
que agradeció la participaron de autoridades del gobierno nacional y
de la Provincia de Buenos Aires. Valderrama señaló que tras la
liberación del mercado “el trigo vuelve al centro de la escena”
productiva. En la apertura participaron el Secretario de Agregado de
Valor, Néstor Roulet, el Ministro de Agricultura de la provincia de
Buenos Aires, Leonardo Sarquis y el Subsecretario de Mercados
Agropecuarios, Jesús María Silveyra.
La presentación de las
estimaciones de la cosecha fina fue realizada por los integrantes del
equipo de profesionales de la Bolsa de Cereales, Agustín
Tejeda Rodríguez,
Economista Jefe de la entidad, Sofía
Gayo, Analista del
Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica, y Esteban
Copati, Jefe de
Estimaciones Agrícolas.
La campaña 2017/2018 consolidará
con una nueva expansión el cambio de tendencia en el área total de
cultivos de invierno que inició en la campaña anterior. El Ing.
Copati destacó que habrá una mejora en la relación
insumo/producto, perspectivas climáticas favorables, y una mayor
incorporación de tecnología que potenciarán el área y los
rendimientos. De
acuerdo a las estimaciones presentadas, el área de trigo pasaría de
5,1 millones de hectáreas en la campaña anterior a 5,5 millones en
la actual, en tanto la de cebada registraría un leve descenso: de
850.000 hectáreas a 800.000.
En cuanto a la
producción, el trigo alcanzaría 17,5 millones de toneladas
mejorando las 16,3 millones de la cosecha anterior.
La cebada,
a su vez mantendría
valores similares: 2,9 millones de toneladas frente a las 3 millones
logradas en la previa.
La leve baja en la cebada se debe a que luego de los récords
logrados en años anteriores debido a las distorsiones del mercado
local, ahora está buscando un nuevo equilibrio.
En cuanto al trigo, el licenciado
Tejeda Rodríguez señaló que los incrementos en la Argentina se
deben a una mejora en los incentivos, debido a mejores márgenes
derivados del cambio en el esquema normativo que discriminaba en
contra de los productores trigueros. Esto en el marco de un mercado
internacional que presenta señales de sobre-oferta, y desafíos
crecientes para colocar el excedente de exportaciones.
Por su parte, Gayo analizó la
respuesta de los productores al uso de la tecnología en estos dos
cultivos, llegando a la conclusión de que hubo un notable cambio de
tendencia. Luego de años en donde el uso de tecnologías estuvo en
decrecimiento, se ha revertido y se ha achicado la brecha
tecnológica, mejorando el uso de los factores productivos y la
sustentabilidad del sistema.
Finalmente, se realizó una
evaluación del aporte de la Cadena de Valor triguera a la economía
argentina. El licenciado Tejeda Rodríguez señaló que bajo estos
supuestos de incremento de área y producción el
Producto bruto de toda la cadena crecería unos 1.623 millones de
dólares, lo que representa una contribución al crecimiento del país
superior en cuatro veces a la participación de la cadena en el PBI.
En la cosecha 2016/2017 el valor agregado de la cadena de trigo se
incrementó 100% y en esta próxima lo haría en 10%. De esa manera,
en sólo dos campañas esta cadena duplicaría su participación en
el PBI nacional, demostrando la alta capacidad de respuesta y el
efecto multiplicador que tienen las decisiones adoptadas por sus
actores cuando el escenario les presenta condiciones favorables.