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La incomodidad en la cara de Marcelo Tinelli era evidente. Claudio Tapia, el yerno de Hugo Moyano y presidente de un club de la Primera B como Barracas Central, estaba ocupando oficialmente el sillón que le quitaba el sueño al conductor. La Asamblea había terminado y con 40 de los 43 votos a favor, el líder del Ascenso Unido se quedaba con la histórica posta de Julio Grondona.
Al showman lo conformaron con un puesto al frente de las Selecciones Nacionales, que encima no parece tener mucha firmeza y le cayó justo cuando a Messi se le ocurrió insultar a los árbitros del partido con Chile para que de la FIFA le aplicaran cuatro fechas de suspensión, ítem que hace hablar al mundo y pone en jaque a la Argentina, que hoy estaría jugando un repechaje para clasificarse al Mundial de Rusia y tendrá que afrontar tres de los cuatro partidos que restan si su máxima figura.Y esa cara de Tinelli, además de incomodidad, mostraba que la interna nunca se cerró realmente. Tapia y el Tano Daniel Angelici se unieron para desbancarlo a él y a Rodolfo D'Onofrio, el presidente de River. Entonces, ni el club millonario ni San Lorenzo ocupan cargos en el Comité Ejecutivo, ni participaron de la lista de Tapia.
Para echarle más leña al fuego, se creía que los tres votos en blanco habían sido de San Lorenzo, River y Colón. Pero alguien filtró que finalmente el club de Tinelli decidió apoyar a Tapia, como no así D'Onofrio y el equipo santafesino (el otro sufragio en contra habría sido el de Newell's). Muchos hablan de una presión de Angelici, otros dicen que el conductor eligió defender su puesto al frente de la Selección. Lo concreto es que esa filtración, realmente incomprobable porque los votos fueron secretos, generó un fastidio al límite en D'Onofrio, quien se suponía coequiper de Tinelli en la Superliga que se juraron crear, pero nadie sabe si algún día será realidad. Así, algunos sostienen que el presidente de River quedó desorientado por la posición que habría tomado San Lorenzo, uno de sus principales socios en la pelea por bajar del poder a Moyano, Tapia y Angelici.
Con Tapia ya oficializado, la interna sigue tan latente como antes. Muchos comentaban en la AFA que el plan original era pasarle factura a Tinelli, una vez que el yerno de Moyano fuera elegido, para bajarlo de la Selección porque ese puesto es para un directivo con lugar en el Comité Ejecutivo, algo que Tinelli no posee. Por eso previo a la elección, Javier Medín, uno de los integrantes del Comité de Regularización, se apuró en nombrar a MT en el puesto, generando la negativa de Armando Pérez a firmar la determinación y teniendo que refrendarla con Pablo Toviggino, quien fuera otro de los miembros y casualmente ligado a Tapia. Eso funcionó como un doble comando. Por un lado, había un plan para correrlo a futuro a Tinelli, pero por otro le demostraban confianza avalando su nombramiento.
Aunque la AFA ya esté normalizada desde lo institucional, las internas viven a flor de piel. D'Onofrio no tiene feeling con Tapia y Tinelli sabe que transita en las sombras del poder del Tano Angelici y el ala sindical de Hugo Moyano. Para peor, la Selección vive uno de los peores momentos de su historia y puede llegar a ser el último ancla que le caiga sobre el cuerpo al conductor de Showmatch.
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