El yaguareté es el mamífero de gran tamaño que más
territorios perdió en Argentina, más del 85% de su hábitat
original
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Actualmente quedan menos de 200 ejemplares en el sector argentino de Bosque Atlántico, reconocido por su diversidad y gran riqueza biológica
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En el 2001 fue declarado Monumento Natural Nacional, máxima categoría de protección para una especie
Siglos atrás, la exuberancia
de la flora y la fauna de Sudamérica servía de hogar a una de las
especies más impactantes de la naturaleza: el yaguareté. El
crecimiento de las ciudades y la extensión de superficies dedicadas
a la agricultura, generaron la pérdida de ambientes aptos y la
extinción de la especie en varias regiones.
Según un estudio del Instituto de Biología
Subtropical (unidad ejecutora del CONICET), el Yaguareté subsiste
en sólo el 3 por ciento de la región del Bosque Atlántico que
se encuentra en Argentina, Brasil y Paraguay. En nuestro país solo
quedan 3 regiones donde habitan 200 yaguaretés, que comprende
las selvas de Yungas (Salta), Bosque Gran Chaco Americano ( Chaco,
Formosa y Santiago del Estero) y Selva Paranaense (Misiones). Esto es
significativamente alarmante ya que se trata de uno de los últimos
refugios para este tipo de especies.
Conocido
como el Rey de las
selvas tropicales y subtropicales de América,
es el mayor felino del continente y el tercero en el mundo. Es por
eso que como depredador tope de la cadena, cumple un rol clave en la
comunidad que habita: limita las poblaciones de algunas especies
(impide excesos poblacionales) y, debido a su necesidad de grandes
extensiones territoriales, asegura la existencia de otras. Además
ayuda a disminuir la propagación de enfermedades que pueden afectar
a los animales e incluso al hombre y por ser sensible a la
perturbación humana, es una especie indicadora de la calidad del
hábitat.
Si el panorama continúa de la misma manera y no se producen cambios
significativos en cuanto a implementación de medidas serias de
protección, según refleja el estudio, las últimas poblaciones de
yaguaretés podrían desaparecer en los próximos 50 años. Por este
motivo, y por su valor cultural y ecológico, ha sido resguardado con
la máxima categoría de protección para una especie.
Según Darío Rodríguez, Coordinador de la ONG Banco de Bosques, “Si
bien en la última década aumentaron los esfuerzos por proteger al
yaguareté en la región, las acciones son aún insuficientes si no
tomamos conciencia de la problemática”, y agregó “para esto es
clave comprender tres puntos fundamentales: por un lado, la urgencia
por conservar los bosques nativos donde aún sobrevive esta y otras
tantas especies ya que la deforestación además de dañar la calidad
de los suelos, generar inundaciones y cambio climático por aumentar
la emisión de gases invernadero, produce la pérdida del hábitat de
todos ellos. Por otro lado es clave entender la importancia de la
regeneración como primer paso para recuperar los bosques nativos de
la región y por último, tomar conciencia del grave estado del
yaguareté y otras especies que habitan en la zona ya que es
necesario actuar con urgencia y tomar acciones concretas para
revertirlo.”
Acerca
de Banco de Bosques
Banco de Bosques es una Fundación que canaliza el aporte de pequeños, medianos y grandes donantes para un mismo objetivo: salvar bosques nativos en riesgo. A través de un sistema que utiliza imágenes satelitales, se genera un vínculo directo entre el donante y la “porción” concreta del bosque que cada uno salva. De esta manera, cada donante puede saber exactamente dónde está ese “pedacito” de planeta que se salvó gracias a su aporte.
Banco de Bosques es una Fundación que canaliza el aporte de pequeños, medianos y grandes donantes para un mismo objetivo: salvar bosques nativos en riesgo. A través de un sistema que utiliza imágenes satelitales, se genera un vínculo directo entre el donante y la “porción” concreta del bosque que cada uno salva. De esta manera, cada donante puede saber exactamente dónde está ese “pedacito” de planeta que se salvó gracias a su aporte.