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Organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, finalizó con gran éxito la IX edición del Festival de Danza
En Villa Urquiza, a sala llena y con la presentación de la obra “Cosas que pasan” de Luis Biasotto, finalizó ayer el Festival Buenos Aires Danza Contemporánea, organizado por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. En su novena edición y este año bajo la dirección artística de Roxana Grinstein, participaron más de 20.000 personas que disfrutaron de un gran despliegue de producciones, obras, propuestas y experiencias únicas que se realizaron a lo largo y ancho de la Ciudad.
“Esta edición del Festival ha sido un encuentro con espíritu festivo, inclusivo y colaborativo, logrando una excelente participación y respuesta por parte del público y la comunidad. Estamos muy orgullosos de haber podido concretar esta fiesta de la danza, llevando a cabo cada función a sala llena. Durante 10 días la danza se ha hecho presente por toda la Ciudad, en espacios independientes y oficiales, teatrales y arquitecturales, en plazas, en el Metrobús, y en barrios como Bajo Flores, Cildañez o Villa Soldati”, dijo Roxana Grinstein.
Durante 10 días el Festival contó con más de 22 sedes, 80 obras, más de 350 bailarines y participantes; 5 seminarios, 4 residencias, 15 “miniaturas” y 58 proyectos presentados para la convocatoria “Coproducción FiBA Danza”. Participaron figuras destacadas del mundo de la danza como Gustavo Lesgart, Luis Biasotto, Fabiana Capriotti, Carlos Casella, Ana Frenkel, Marina Giancaspro, Oscar Araiz, Mauricio Wainrot, Ana Maria Stekelman entre otros. Además de la gran afluencia de público, se acercaron a las salas reconocidos coreógrafos y bailarines para disfrutar de las diferentes propuestas.
Este año la programación trajo producciones novedosas y de calidad que cruzaron los límites de lo esperado y sorprendieron al público.
Así, distintos espacios formaron parte de la danza: pasillos, escaleras y patios fueron protagonistas de obras que se adaptaron a cada arquitectura. Trabajos que se vincularon con el espacio físico y crearon una relación distinta con el público. También las calles y estaciones de Premetro y Metrobus fueron escenario de movimientos disruptivos como con las “Miniaturas” donde el público casual se sorprendió disfrutando en diferentes ámbitos de intervenciones inesperadas. Piezas breves de no más de 10 minutos, desarrolladas de forma espontánea en espacios de tránsito de la Ciudad.
Se pusieron también, a disposición del público, obras en proceso; trabajos que están en pleno desarrollo y se abrieron para mostrar su construcción. Algunas de estas producciones que se vieron en modo de ensayo abierto probablemente estrenarán el próximo año como prolongación de un Festival que sigue viviendo
Homenajes, como el realizado en el emblemático Teatro 25 de Mayo, donde Renate Schottelius, fue reconocida entre grandes bailarines y coreógrafos en un cruce generacional del mundo de la danza. Visitas internacionales, seminarios y residencias, mesas redondas y producciones de primer nivel completaron una visita por los mejor de la escena de la Danza Contemporánea del momento.
Buenos Aires Danza Contemporánea 2016 logró así, poner a la Ciudad en movimiento y ser punto de encuentro de generaciones.
