A
días de cumplirse 21 años del fallecimiento de Fangio, la empresa
rindió un homenaje al quíntuple campeón mundial de Fórmula 1
colocando un monumento en el ingreso al Centro Industrial Juan Manuel
Fangio. El Chueco fue el mejor deportista de la historia de nuestro
país y llegó a tener el cargo de Presidente Honorario y Vitalicio
de Mercedes-Benz Argentina.
Buenos
Aires, 28 de junio de 2016. Desde 1996, el Centro Industrial de
Mercedes-Benz Argentina lleva el nombre del múltiple campeón de la
Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, que con pasión y sencillez ha
conquistado tantas alegrías para nuestro país.
En
conmemoración a los 20 años de este nombramiento y en coincidencia
con los 105 años de su nacimiento, Mercedes-Benz Argentina decidió
homenajearlo instalando en el ingreso al Centro Industrial un
monumento que representa a la escala humana al Chueco junto a su
querido Flecha de Plata. El vehículo es el famoso Mercedes-Benz
W196, con el cuál brilló en el Gran Premio de Francia, de Alemania,
de Suiza y de Italia, todos en el año 1954, el año del retorno de
Mercedes a las carreras.
Participaron
del evento integrantes
de la Fundación Juan Manuel Fangio, familiares del querido Chueco,
alumnos de la escuela técnica Fundación Fangio y autoridades de
Mercedes-Benz Argentina.
Roberto
Lopez García, director de Producción de Mercedes-Benz Argentina
expresó:
“Fangio ha sido en
mi opinión (y en la opinión de muchos), el mejor piloto del mundo.
No hubo hasta hoy un corredor de carreras que combinara el manejo
cerebral con esa finura técnica y la estrategia de conducción,
talento y temperamento que lo distinguían. Pero lo más importante
para destacar de Juan Manuel es que ha sido el embajador
de los valores de nuestra empresa: disciplina, integridad, respeto y
pasión”.
La
escultura fue realizada por el prestigioso escultor Carlos Alberto
Benavídez, quien es el escultor nacional con más estatuaria pública
colocada en el país.
Fangio
nació el 24 de junio de 1911 en Balcarce, 300 km. al sur de Buenos
Aires. Don
Juan Manuel era hijo de inmigrantes italianos y como tal, hombre de
trabajo y esfuerzo. Esta es una impronta en su carácter que no lo
abandonaría nunca. De chico aprendió el sacrificio, la austeridad,
la simplicidad, en definitiva la humildad y la fortaleza para salir
adelante. Ya a los 12 años se encontraba trabajando como mecánico
de autos. En el taller salía a probar y entregar autos. A los 21
años de edad logró crear su propio taller.
Su
primera carrera fue en 1936. Solo cuatro años más tarde, ganó el
Gran Premio Internacional de Argentina. En 1950, corrió para Alfa
Romeo y en 1951 obtuvo su primer título mundial. En 1954, ingresó
al equipo Mercedes-Benz y ese mismo año se consagró campeón
mundial, hecho que se repitió en 1955. Luego del retiro de la marca
Mercedes-Benz de la Fórmula 1, obtuvo su cuarto y quinto título
mundial en 1956 y 1957, corriendo en un Lancia-Ferrari y en un
Maserati, respectivamente. Concluyó su destacada carrera
automovilística en 1958, a los 47 años.
Don
Juan Manuel Fangio ocupa el lugar más alto en el podio del
automovilismo de alta competición, por su maestría al volante, sus
múltiples victorias en distintas categorías y sus cinco Campeonatos
de Fórmula 1. Pero además Fangio se convirtió en un campeón tanto
dentro como fuera de las pistas. Su honradez, humildad y talento
hicieron de él una de las personalidades más importantes del país.
La
admiración de Fangio por Mercedes-Benz siempre fue pública: “jamás
sentí la preocupación acerca de la confiabilidad de los autos.
Sabía que si hacía bien mi trabajo ganaría. Los Mercedes fueron
los más dominantes autos de Grand Prix que jamás conduje. El mejor
equipo, los mejores resultados”
reconoció en varias oportunidades el Chueco.
Además
de sus logros deportivos junto a Mercedes-Benz, Fangio fue designado
presidente del directorio de MBA, cargo que ejerció hasta 1987. Ese
mismo año la empresa le otorgó un agasajo único y especial al
nombrarlo “Presidente Honorario y Vitalicio de Mercedes-Benz
Argentina”, cargo que desempeñó en carácter exclusivo en la
Corporación, siendo la única persona que recibió este tipo de
distinción a lo largo de toda la historia de la empresa.