Como siempre, gracias por
acompañarnos una vez más a un evento de Fiat, una de las marcas con ADN
italiano del grupo FCA, Fiat Chrysler Automobiles.
Y como tenemos una tendencia a no
ser políticamente correctos, pensamos que invitarlos a Tandil no correspondía.
Así que aquí estamos, en El Calafate, el lugar del mundo de gente conocida.
Más allá de esta “petite” chanza,
este es un lugar espléndido de nuestra querida Patagonia para darles a conocer
la pick up Fiat Toro, el segundo gran producto totalmente FCA que lanzamos en
la región.
El primero fue el Jeep Renegade,
que semanas atrás tuvieron oportunidad de conocer en el Jeep Park de Benavidez.
Tanto la Fiat Toro como el Jeep
Renegade se producen en el polo productivo de Pernambuco, un complejo
industrial que, sin duda, expresa lo más novedoso del estado del arte de la industria automotriz, en términos de procesos,
tecnología e innovación para fabricar vehículos de calidad que pueden
comercializarse world wide.
No hay duda que con estos dos
lanzamientos –que amplían la presencia de las marcas Fiat y Jeep en categorías
en las que estaban ausentes- iniciamos
un nuevo ciclo de progresiva actualización de la gama producto de FCA en la
región, sustentada en multimillonarias inversiones para alistar a nuestros
polos productivos regionales a los parámetros más exigentes de sistemas
productivos, en línea con el World Class Manufacturing
Ojalá vayamos recuperando niveles
de competitividad y vayamos negociando y cerrando acuerdos con otros países y
regiones, de manera que exportar a otros destinos no sea una utopía y no
quedemos presa de la situación coyuntural de nuestro vecino y principal socio:
Brasil.
Pero tenemos que ser conscientes
que la mejora de competitividad, para que sea duradera en el tiempo, exige
fuertes inversiones en infraestructura y servicios, en políticas de corrección
de distorsiones impositivas, eliminación del flagelo inflacionario y
regulaciones que sólo implican sobrecostos.
La mejora de la competitividad
depende de mejoras sustanciales de la productividad, no de una sola variable
como el tipo de cambio. En este contexto, es sumamente saludable que Argentina
esté dejando atrás años de aislamiento y desconocimiento de reglas básicas de
cómo funcionan las economías normales del mundo.
Lo concreto es que los 157 robots
que instalaremos en la unidad de chapistería de la planta de Córdoba, y los
demás equipamientos y modernización de procesos, nos permitirán disponer de un
modelo para ser exportado no sólo a Brasil y la región, sino a destinos
extra-regionales, pero su viabilidad dependerá de los términos de
competitividad que tengamos para que no se traten de operaciones de ocasión o
esporádicas.
En esta línea, es sumamente
auspicioso el proyecto de ley de desarrollo del autopartismo que está
comenzando a tratarse en el Congreso. Será un estímulo para integrar más y para
que los productores autopartistas también se actualicen en términos
tecnológicos y de procesos. Seguramente será para nosotros una oportunidad para
aspirar a superar nuestro objetivo de más de 50% de contenido local en el nuevo
proyecto.
Y tenemos por delante la renovación del
acuerdo automotor bilateral, con la fijación de un Flex que es un tema no menor
en una coyuntura de un mercado brasileño tan alicaído. Esperemos que prospere
la cordura para que al menos privilegiar la producción para atender el mercado
doméstico no sea un agravante. Finalmente, somos optimistas y la inversión
recientemente anunciada lo testimonia.
Pero es hora de concentrarnos en la
verdadera razón de esta convocatoria. La presentación de la pick up Fiat Toro,
un modelo que entendemos que tendrá un gran suceso a medida que el gran público
vaya conociendo la versatilidad de uso del vehículo y todos los atributos que
lo hacen una gran novedad para la marca y el mercado.
Los dejo con la verdadera
protagonista de la noche, la Toro.
Muchas gracias.