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“Podemos alcanzar 7 millones de hectáreas de trigo”


Los desafíos a nivel local e internacional en materia triguera fueron abordados desde sus distintas perspectivas por expertos en la producción, industrialización y comercialización de este cereal, en la jornada Desarrollo Sustentable de la Cadena del Trigo, organizado por la cadena Argentrigo en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.


Queremos llevar a 7 millones las hectáreas de trigo, el doble que las actuales”, dijo Matías Ferreccio, miembro del comité de la cadena Argentrigo, en la inauguración de la jornada. Para el dirigente, la estrategia será ya no ser el granero sino el “supermercado del mundo”, cuidando la sustentabilidad a nivel ambiental, social y económico. “Es insoslayable solucionar el problema del 1% de argentinos que no comen lo suficiente y del 15% que no ingieren los nutrientes adecuados. Tenemos soluciones para aportar”, indicó el dirigente.
El tema de los escenarios internacionales y los desafíos locales para este cereal lo encaró el experto en relaciones internacionales Gustavo Idígoras. Destacó como auspicioso que solo 11 de los 190 países son superavitarios en alimentos, y entre ellos se cuenta la Argentina. Y que los países emergentes comen más y mejores alimentos, lo que incluye los cereales, pero a la vez el mundo se vuelve más proteccionista. “Mientras los países han firmado 410 acuerdos comerciales en los últimos años, la Argentina está al final de la tabla, con solo cuatro”, dijo.
A la vez, “a nivel Mercosur, hubo una integración política con una desintegración económica”, que en el caso del trigo se circunscribe a una protección formal, ya que Brasil ha tenido que importar en los últimos años trigo que la Argentina dejó de proveerle. Para el especialista, en los próximos tres meses habrá desafíos en tres niveles: generar acuerdos bilaterales sanitarios como con China; replantear el Mercosur con un nuevo empuje a la integración económica, y propiciar la integración del Mercosur al mundo.
Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera FAIM, recordó que hay 200 empresas que hoy ofrecen harina, frente a las alrededor de 80 de hace unos años, pero tienen capacidad ociosa. “La Argentina no está más dentro de los cinco productores mundiales de trigo, ni dentro de los diez: sobre 732 millones de toneladas mundiales, participa con 10 o 9,5 millones”, recordó. En América Latina, dijo, la Argentina es uno de los países más importantes en producción de harina, y el más importante en consumo, con 88 kilos por habitante.
Para el ejecutivo, “hay que proyectar a las industrias para que sea viable el trigo, es potencial para ofrecer al mundo. Mi mensaje es que tenemos que volver a actuar como cadena de valor, es imposible actuar como eslabones”.
Juan Airoldes, responsable de Relaciones Institucionales de la cámara de fideeros Uifra, indicó que la evolución del consumo per cápita de pastas en la Argentina tiene bastante buena performance. “Pero, como a los molinos les sobra harina, a nosotros nos sobran fideos: tenemos 60% de capacidad instalada ociosa”. Según Airoldes, el nivel de exportación actual es lamentable.




Aunque podríamos despachar 140.000 toneladas, nos conformamos con la mitad, que implicaría un 17% más de demanda de trigo. Tenemos que repensar nuestro modelo de negocios”.
Sebastián Reinoso, gerente general y presidente de Bimbo Argentina, resumió las tendencias en materia de consumo a nivel mundial, que incluyen la salud y el bienestar, la conveniencia, el regreso a lo natural y la responsabilidad social. “Es necesario entender esas tendencias y ver qué podemos aportar como panaderos”, señaló, lo que implica fuertes adecuaciones a nivel de la producción de trigo y de harina. “Es complicado jugar en el mundo internacional porque las necesidades están cubiertas”, enfatizó.
Como cierre del evento, David Hughes, presidente de Argentrigo, recordó que “la cadena es una herramienta que sirve para traccionar, no empujar, y es tan fuerte como su eslabón más débil”. De cara al cambio de gobierno, remarcó: “Estamos poniéndonos a disposición de las nuevas autoridades cuando asuman: seguir produciendo, generando actividad económica y cuidando el ambiente: el trigo es uno de los cultivos importantes por el cuidado del suelo que implica”. Señaló que estos últimos años “el Estado ha estado presente en los lugares equivocados y ausente donde lo necesitábamos”. Y, entre otras cosas, le pidió a la nueva administración eliminar los derechos de exportación al trigo, las harinas y todos los farináceos; quitar las restricciones cuantitativas; revisar los reintegros para competir en un mundo altamente proteccionista; legislar y controlar la ley de semillas; promover mercados libres y transparentes; disminuir la informalidad fiscal y del empleo, y eliminar las restricciones de importaciones y de giro de dividendos para generar inversiones. “Necesitamos urgentemente ser parte del mundo. Volver a hacer lo que hemos sabido hacer y no hace tanto”.