La estrategia del gobierno de Cristina Fernández de llegar a diciembre como sea y que estalle a la próxima administración se concretó, según el informe de la consultora Massot & Monteverde, en un "dramático abultamiento de vencimientos para el año próximo". El informe:
• La estrategia que a principios de este año adoptó el gobierno —y que describimos como llegar a diciembre como fuera lugar y que le estalle al que sigue— se concretó en un dramático abultamiento de vencimientos para el año próximo.
• En lo inmediato, desde hoy hasta fin de año los vencimientos del Tesoro nacional suman US$ 520 millones, un importe no significativo pero que, a la vista de la angustiante situación del Banco Central, no deja de generar tensión.
• Con reservas netas en rojo, el Central está hoy quemando divisas exigibles a corto plazo por terceros.
• La relación reservas / PBI estará entre las más bajas de la historia, junto a la hiperinflación de Alfonsín.
• La próxima administración heredará un Banco Central carente de reservas y asfixiado por vencimientos.
• Sin una recuperación de los flujos de capitales, toda deuda destinada afortalecer las reservas constituiría una solución sólo temporal.
• Los compromisos inmediatos para el primer año de gestión son elevados.
• Sólo en concepto de vencimientos de capital en dólares se deberán pagar US$ 4.252 millones, a los que se agregan otros US$ 3707 millones por intereses.
• La mayor parte corresponde a títulos públicos, aunque también son significativos las cancelaciones a efectuar a organismos internacionales (BID, Banco Mundial, etc.) y al Club de París.
• A esa cifra se le deberían sumar, unos US$ 2.000 millones en el caso de que se destrabe nuestra situación en los tribunales de Nueva York.
• En cuanto a los vencimientos en pesos, rondan $ 100.000 millones.
• Nada menos que 95% corresponde a títulos públicos de corto plazo, en especial BONAC.
• Más de 60 % de los servicios de esta deuda de 2016 son obligaciones con organismos públicos nacionales que, en su gran mayoría podrán refinanciarlos.
• Los principales vencimientos importantes están vinculados con el Club de París—en mayo— y los intereses de los bonos Discount y Par.
• A esto cabe agregar otros compromisos, a cargo del BCRA o de riesgo contingente.
• Los intereses a pagar por las LEBAC más las eventuales pérdidas por diferencias de cambio derivadas de las ventas de dólares futuros sumarán al menos $ 130000 millones.
• La hipotética reestructuración de la deuda con los hold–outs podría implicar la emisión de bonos por unos US$ 18000 millones.
• Según la amañada información oficial, la deuda pública es inferior a 15 % del PBI.
• Para divulgar ese número, evitan considerar la deuda derivada de los hold–outs, el cupón PBI ni las LEBAC.
• Tampoco considera la deuda del Tesoro con el Banco Central y el Fondo Jubilatorio.
• La deuda pública incluye los títulos emitidos por el Tesoro (bonos reestructurados, BONAR, BONAC, BONAD), préstamos, el valor técnico del cupón PBI y también las letras del BCRA.
• La deuda del sector público con el privado —en pesos y en dólares— se estima en 27 % del PBI, de los cuales 17 puntos porcentuales corresponden a compromisos en moneda estadounidense.
• A ello habría que sumar otro tanto correspondiente a la deuda del Tesoro con el BCRA y el FGS. En enero próximo vence una Letra del Tesoro que se le entregó al Central por el pago al FMI en 2006.
• Tomando en cuenta esas correcciones, y sin agregarle las deudas por juicios de jubilados, el monto total de deuda sería levemente superior al que registraba antes de la cesación de pagos de 2001.
• En aquel momento la mayor parte de la deuda estaba emitida en dólares y el acreedor era el sector privado.
• A diferencia de 2001, hoy en día la mitad de las obligaciones del Tesoro corresponden a organismos estatales y un tercio del total está nominada en pesos.