Luego de la exitosa instalación de Moneyball, realizada con un millón de dólares en esferas de cristal de Murano soplado a mano, Alberto Echegaray Guevara “alias Cayman”, emprendedor y politólogo, vuelve a sorprendernos con su obra.
Esta vez, su arte manifiesta el último símbolo de poder de compra el último símbolo de la democracia: una esfera llena de 13.000 votos de ciudadanos griegos del más reciente referéndum junto con una esfera idéntica llena de un millón de euros reales destruidos. Y como siempre, a través de su obra, Echegaray nos invita a una reflexión: ¿Qué es más poderoso, el dinero o la voz de la gente?, a la vez que se pregunta ¿Si la democracia no puede funcionar en la misma tierra que fue creada, puede que funcione en otro lugar?
Traición Griega representa cómo la democracia puede volverse vulnerable en un mundo cada vez más dominado por la codicia y de que manera puede ponerse de manifiesto, tal como sucedió durante la crisis que vivió el pueblo griego en julio de este año cuando el 61% de los ciudadanos votaron en contra de las exigencias de austeridad y ajuste y a favor de abandonar el euro, rechazando términos del rescateen una fuerte demostración de unidad frente a los acreedores internacionales. Sin embargo, el voto popular y el sistema democrático se vio truncado y afectado frente a la decisión del primer ministro Alexis Tsipras quien terminó aceptando las demandas de fuerte ajuste y austeridad a cambio del rescate. Esto hizo que el referéndum se convirtiese en un engaño hacia el pueblo griego.
Para realizar la esfera, Echegaray obtuvo votos auténticos del ultimo referéndum, que fueron cedidos por un grupo de activistas y ciudadanos griegos dispuestos a recabarlos a través de las oficinas electorales para llegar a 13mil de ellos, y enviarlos posteriormente a la Argentina. Las boletas fueron colocadas en una esfera de cristal de Murano soplado a mano y ubicada frente a otra esfera de igual tamaño que contiene un millón de euros provistos por el Banco Central Europeo. Las dos esferas, crean la visualización perfecta de la lucha constante de nuestro mundo entre el poder y el pueblo, junto a la amenaza latente que el dinero y los intereses políticos representan para nuestra sociedad.
Echegaray presentará estas piezas en Argentina por una razón: ser el último país que se vio obligado a considerar la austeridad y medidas de ajuste después de una crisis similar a la de Grecia, y aunque haya logrado recuperarse desde el 2001, hay que reconocer que la economía sigue traumatizada y debilitada.
Es cada vez mas común el fenómeno de elecciones en el mundo donde los representantes del pueblo buscan beneficios personales en vez del bien común para los ciudadanos que les cedieron la responsabilidad de gobernar.
Con su obra más reciente, Cayman nos invita a reflexionar sobre las verdaderas fuerzas que mueven al mundo y hasta que punto nos hemos desviado del antiguo concepto ateniense de la democracia.