Ya lo había advertido Economía & Regiones: "La ejecución presupuestaria del Gobierno Nacional en el 1er. trimestre del 2015 exhibió una profundización del rojo fiscal. Sin el maquillaje de los aportes extraordinarios/heterodoxos de la ANSeS y el BCRA, el déficit financiero alcanzó a $ 70.388 millones, creciendo un 116% a/a. Descontando los intereses de deuda, el déficit primario totalizó $45.072 millones, con un aumento implícito del 142% respecto de igual período de 2014. (...) El deterioro de las cuentas públicas aumenta porque el gasto público total crece a un ritmo de 13 puntos porcentuales mayor al de la recaudación total (con ingresos heterodoxos). (..."). Ahora lo corrobora Massot & Monteverde en su informe titulado "El cuadro fiscal se descalabra - Mucho más que sólo subsidios".
Con estos números, en los primeros 3 meses de 2015 el déficit final casi se cuadruplicó y sumó nada menos que $ 70.990 millones: por su parte, el desequilibrio primario estalló y se multiplicó por 25 (sí, veinticinco).
> El momento elegido para hacerlo —a una hora avanzada, al terminar la semana— no fue casual; con ello se buscó que el informe pasara desapercibido.
> Los números del trimestre vinieron a confirmar que este año marcará el más elevado desequilibrio fiscal desde la lamentable década del ’80, del orden del 7% del PBI.
• Según la contabilidad oficial, marzo cerró con un déficit financiero de $ 27.895 millones, 6,3 veces el del mismo período del año pasado, según reconoció el Ministerio de Economía.
> La cifra, si bien alarmante, oculta una realidad aun más penosa: el desequilibrio real ascendió a $ 33.944 millones, duplicándose frente al real de marzo de 2014.
> El salto no obedece a los intereses de la deuda: el resultado primario real arrojó un saldo negativo de $ 23.478 millones, dos veces y media el de igual mes de 2014.
> La trayectoria es verdaderamente escandalosa: ahora el déficit final real representa 44% de los ingresos genuinos.
• Los ingresos corrientes sufrieron una fuerte caída real, al crecer nominalmente 13% interanual (a/a).
> La drástica desaceleración se debió a la contracción que sufrieron los giros de utilidades del BCRA, que en marzo del año pasado sumaron $ 12.176 millones y esta vez apenas aportaron $ 406 millones.
> Habíamos advertido que los resultados del BCRA no permitían repetir la magnitud de los auxilios recibidos en 2014.
> El resto de los ingresos corrientes tampoco exhibieron una performance positiva en términos reales, creciendo 27,4% nominal interanual.
> En particular, los ingreso tributarios mostraron una significativa caída real, al aumentar 21% interanual en moneda corriente.
• Los gastos corrientes subieron, en cambio, 40,4% interanual, 13 puntos porcentuales por encima de los ingresos corrientes genuinos (es decir, sin rentas de la propiedad).
> El gasto primario trepó aun más rápido, a un ritmo de 44,1% interanual.
> Queda claro que el gasto se expande a una velocidad a todas luces insostenible.
** El gasto primario total aventaja en 17 puntos porcentuales a los ingresos.
** Aun si tomamos exclusivamente las erogaciones ordinarias, vemos que estas trepan a un ritmo de 1,5 vez el crecimiento de los ingresos.
• No sólo eso: en valores absolutos, el gasto corriente ha pasado a superar a los ingresos corrientes, aun cuando se incluyan como tales las transferencias de otros organismos (rentas de la propiedad).
> Las prestaciones a la Seguridad Social se expandieron 45,2% gracias a los aumentos automáticos y los nuevos beneficiarios incorporados por vía de la moratoria previsional.
> El gasto de operación del Estado trepó 41% interanual.
> Los subsidios al sector privado escalaron 40%,
> Las transferencias discrecionales a provincias y municipios reflejaron el manejo clientelar del gobierno, de cara al año electoral, y saltaron 54% interanual
> Se observó cierta desaceleración del déficit operativo de las empresas estatizadas, que creció 32% interanual, pero sigue aventajando a los ingresos públicos.
• Los gastos de capital también dieron cuenta del proceder electoral del oficialismo.
> Después de estar parada la inversión en obras públicas federales durante casi 2 años, ahora saltaron 75% interanual.
> Aún así la inversión en infraestructura sigue representando apenas la vigésima parte del gasto total.
> Y las transferencias de capital a los gobernadores amigos estallaron 87%.
• El 1er. trimestre cerró con un aumento de 42% del gasto en términos interanuales, y de apenas 25% en los ingresos.
> Con estos números, en los primeros 3 meses de 2015 el déficit final casi se cuadruplicó y sumó nada menos que $ 70.990 millones: por su parte, el desequilibrio primario estalló y se multiplicó por 25 (sí, veinticinco).
> Lo que ocurre es que el año pasado los ingresos estaban muy inflados por la enorme magnitud del auxilio de los organismos descentralizados; esas transferencias cayeron $ 4.530 millones, lo que equivale a una cuarta parte de lo recibido 1 año antes.
> Si descontamos esas ayudas, el aumento de los desequilibrios reales fue menor: el déficit financiero saltó 116% y el primario 140%.
> Si algo queda en descubierto, es el perverso manejo que ha hecho siempre el kirchnerismo del Presupuesto: mientras que el déficit fiscal proyectado para todo el año fue $ 50.000 millones, el sólo tres meses ya se superó en $ 21.000 millones.
> Cuando afirmamos que esta trayectoria es insostenible, no lo decimos en forma retórica sino literal.
** La proyección de este déficit trimestral en función de la evolución mensual de los últimos 2 años arroja un déficit final para todo 2015 de $ 530.000 millones.
** Financiar ese agujero fiscal con emisión requeriría una duplicación de la base monetaria en los restantes 9 meses.
• Más allá de lo alarmante de estos números, se pueden extraer algunas conclusiones para la política fiscal que deberá llevar a cabo la próxima administración.
> En primer lugar, debe quedar claro que no podrá seguir echándosele la culpa del déficit a los subsidios al sector privado, como les gusta hacer a los asesores de algunos candidatos.
** Las transferencias al sector privado aumentan 35% interanual, lo que no es poco.
** Pero es el resto del gasto escaló 44%.
> Los servicios de la deuda han pasado a gravitar fuerte en el desequilibrio fiscal.
** En el 1er. trimestre los intereses en moneda local saltaron 46% interanual.
** Y los intereses de la deuda en moneda extranjera estallaron 178%.
** Ambos renglones representan más de un tercio del déficit final.
• Las soluciones contables ya no sirven para disimular la ruinosa gestión fiscal.
> Las pseudoutilidades a distribuir durante el resto del año por el BCRA apenas alcanzarán para enjugar el déficit del 1er. trimestre.
> El Fondo Jubilatorio cargó con el grueso del esfuerzo de asistencia al Tesoro, aportando 91% de las transferencias efectuadas por organismos descentralizados
