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Cimbronazo en Pilar: renunciaron cuatro funcionarios de Zúccaro

Cuatro funcionarios históricos de Humberto Zúccaro renunciaron a sus cargos en la municipalidad de Pilar, para trabajar por la candidatura del sciolista José Molina.

Zúccaro fue uno de los últimos intendentes en dejar a Sergio Massa y volver al kirchnerismo, reconfigurando el tablero local.
El PRO se benefició con la jugada porque logrará ser la única fuerza de oposición con chances de hacer una buena elección. Los dirigentes Nicolás Ducoté y Sebastián Neuspiller ya se aprestan a juntar fuerzas para ir en lista de unidad. 
El principal perjudicado del retorno del intendente fue Molina, director Provincial de Política y Seguridad Vial, ex aliado de Zúccaro y quien venía armando para liderar la boleta local del FPV. 
Molina se sabe perdedor en una interna contra el aparato del intendente, pero ahora le llega el turno de saborear una victoria, llevándose a cuatro funcionarios que trabajarán para engordar su lado de la interna.
Se trata de los hermanos Luis y Graciela Odato, esta última secretaria de Política Institucional, Rubén Romero, director de Defensa Civil y Claudio Sánchez, delegado de Los Cachorros.
Graciela Odato indicó que “se lo comunicamos al intendente y nos aceptó la renuncia. También hay compañeros -empleados municipales- que nos van a acompañar, prácticamente todos de mi agrupación (Nueva Generación).
Odato señaló que la decisión se tomó luego de la vuelta del actual intendente al FpV, “creemos que el único referente del kirchnerismo en Pilar es José Molina” y agregó que “no jugamos a dos puntas, no somos traidores. Por eso tenemos el apoyo de toda nuestra agrupación. Los traidores se quedaron al lado del Intendente”.
El que salió a cruzar las declaraciones fue el influyente jefe de Gabinete, Federico de Achaval.
“Empezó la depuración”, dijo a Pilar a Diario quien fuera intendente interino cuando lo operaron por un cáncer a Zúccaro. Y añadió: “Con las renuncias ganamos en tranquilidad, en capacidad política para trabajar y en tener en claro quiénes están de un lado y quiénes del otro”.
Achával aclaró que “se puede jugar políticamente, pero cumpliendo con las funciones. Mientras cumplan con sus funciones, pueden tener las preferencias políticas que quieran, el problema es cuando no las cumplen”.