El ex ministro de Economía y creador del denominado corralito, Domingo Cavallo, protagonista en la crisis económico financiera de 2001, no tuvo problemas en abordar el tema del “corralito” y aconsejó a Grecia - que se encuentra en una situación similar a la que pasó la Argentina más de una década atrás-, que“para impedir una tragedia” tanto los griegos como la Troika “tienen que evitar que el corralito se transforme en corralón”.
“Lamentablemente Grecia se vio obligado a imponer un Corralito. Esto ocurre en cualquier lugar del mundo cuando los bancos se quedan sin liquidez en billetes de la moneda con que se manejan. Para evitar el corralito deberían haber llegado a un acuerdo ordenado con la Troika sobre la deuda Griega. Hasta aquí esa solución ordenada no se consiguió, yo creo, más por culpa del Gobierno Griego que de el FMI, el ECB (Banco Central Europeo) y la Unión europea”, analizó.
En su blog, Cavallo posteó un análisis en el que sostuvo que se debe evitar que Grecia “se vea obligada a transformar compulsivamente depósitos y préstamos bancarios”.
Y advirtió: “Si ello ocurre, los ahorristas griegos que no lograron sacar sus euros del país o que no tienen sus ahorros en euros billetes, perderán un gran porcentaje de sus depósitos, tal como los perdieron quienes tenían depósitos en dólares en Argentina en enero de 2002, cuando Duhalde decidió pesificar compulsivamente”.
“Si los griegos y Europa permiten que el corralito se transforme en corralón, los griegos van a sufrir un ajuste fiscal y una caída de los salarios reales mucho mayor a la que se estaba produciendo a causa de la austeridad impuesta por la troika. Grecia volverá a ser una economía con alta inflación y muy inestable”, subrayó.
Pronosticó además que el viejo continente recuperará “poco o nada de los 240 mil millones de euros que Grecia le debe. Es probable que en caso de que el corralito se transforme en corralón, Grecia termine dejando la Unión Europea y entrando en la órbita geopolítica de Rusia”.
En uno de los párrafos destacó las expresiones de (la presidenta del FMI Christine) Lagarde, las que consideró “completamente distintas a las que hizo (Horst) Köhler en 2001 cuando Argentina se vio obligada por las circunstancias a imponer el corralito”.
“Sus palabras parecen orientadas a ayudar a que exista una salida ordenada del problema de la deuda griega con Europa y que las restricciones a la extracción de euros de los bancos se puedan remover con Grecia siguiendo en la Eurozona y en la Unión Europea”, analizó.
Cavallo consideró que “puede que la triste experiencia Argentina, a pesar de la muy mala interpretación que hacen algunos economistas norteamericanos y locales de las supuestas bondades del corralón, no cometan el trágico error que el Gobierno argentino cometió en enero de 2002”.
“En caso de errar, ‘Tragedia Griega’ ya no será un género teatral de la Grecia Antigua sino una dolorosa realidad de la Grecia del siglo XXI”, finalizó.