El fabricante japonés de dispositivos electrónicos Sharp ha presentado un nuevo plan de reestructuración tras perder 222.347 millones de yenes (1.638 millones de euros) al cierre de su año fiscal, incluyendo el recorte del 10% de su plantilla, que ronda los 50.000 efectivos, y la obtención de asistencia financiera por importe de 225.000 millones de yenes (1.660 millones de euros). En concreto, la multinacional nipona, presionada por la competencia china en el segmento de pantallas de teléfonos móviles inteligentes, pretende reducir su plantilla global en un 10%, lo que equivaldría a unos 5.000 empleos en todo el mundo, de los que 3.500 corresponderían a bajas voluntarias en Japón.