La Reserva Federal estadounidense (FED) dijo esta tarde que antes de comenzar a normalizar su política monetaria deberá verificarse una "mejora adicional" en el mercado laboral y tener una "certeza razonable" de que la tasa de inflación anual se acerca a su objetivo, cercano a 2 por ciento.
Tras su reunión de dos días terminada esta tarde, el Comité de Mercado Abierto de la FED dejó de emplear la palabra "paciente" al momento de considerar el inicio de la suba de tasas de interés, que desde fines de 2008 permanecen en el rango mínimo de de 0 a 0,25 por ciento anual.
También reiteró que ese movimiento es "poco probable" que se produzca en la reunión prevista para fines de abril.
El organismo que comanda Janet Yellen admitió que desde la reunión de fines de enero el crecimiento de la economía estadounidense se "moderó ligeramente" y si bien apuntó que el ritmo de contrataciones fue robusto y la tasa de desempleo disminuyó a 5,5 por ciento, señaló que el gasto de los hogares crece a ritmo "moderado", que la reactivación en el sector construcción es lenta y que el crecimiento de las exportaciones fue más débil.
Además, apuntó que la reducción de los costos energéticos, reflejo directo de la caída de los precios del petróleo, alejó aún más la inflación de su tasa objetivo.
En ese escenario, ratificó que "sigue siendo apropiado" mantener la tasa rectora en el rango actual.
Y tras ello puntualizó que considerará apropiado elevar la tasa de fondos federales "cuando se haya visto una mejora adicional en el mercado de trabajo y se tenga una certeza razonable de que la inflación vuelve a su objetivo del 2 por ciento en el mediano plazo".
Ello, subrayó la FED, "no indica" que haya decidido el momento para aplicar la primera suba de tasas en casi una década.
Tras el comunicado, los principales índices de la Bolsa de Nueva York revirtieron la tendencia negativa que mostraban desde la apertura y ahora rebotan entre 0,7 y 0,9 por ciento. Al mismo tiempo, el dólar cae frente a sus principales rivales y en el caso del euro establece la relación en 1,074, lo que implica una mejora de 1,4 por ciento para la moneda única.
También reiteró que ese movimiento es "poco probable" que se produzca en la reunión prevista para fines de abril.
El organismo que comanda Janet Yellen admitió que desde la reunión de fines de enero el crecimiento de la economía estadounidense se "moderó ligeramente" y si bien apuntó que el ritmo de contrataciones fue robusto y la tasa de desempleo disminuyó a 5,5 por ciento, señaló que el gasto de los hogares crece a ritmo "moderado", que la reactivación en el sector construcción es lenta y que el crecimiento de las exportaciones fue más débil.
Además, apuntó que la reducción de los costos energéticos, reflejo directo de la caída de los precios del petróleo, alejó aún más la inflación de su tasa objetivo.
En ese escenario, ratificó que "sigue siendo apropiado" mantener la tasa rectora en el rango actual.
Y tras ello puntualizó que considerará apropiado elevar la tasa de fondos federales "cuando se haya visto una mejora adicional en el mercado de trabajo y se tenga una certeza razonable de que la inflación vuelve a su objetivo del 2 por ciento en el mediano plazo".
Ello, subrayó la FED, "no indica" que haya decidido el momento para aplicar la primera suba de tasas en casi una década.
Tras el comunicado, los principales índices de la Bolsa de Nueva York revirtieron la tendencia negativa que mostraban desde la apertura y ahora rebotan entre 0,7 y 0,9 por ciento. Al mismo tiempo, el dólar cae frente a sus principales rivales y en el caso del euro establece la relación en 1,074, lo que implica una mejora de 1,4 por ciento para la moneda única.