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DESASTROZA 'DÉCADA GANADA' Terrorismo K: Cristina, Kicillof y Vanoli preparan un atentado

Sorprendió el economista Miguel Bein (ex Banco Extrader, ex funcionario de Raúl Alfonsín), explicando en algunas entidades bancarias que ya llegan las divisas de la exportación, y eso ayudará tanto a recuperar importaciones como a estabilizar el frente externo financiero. Hay números y enfoques bien diferentes hoy día en 'la City'. Por ejemplo, el siguiente trabajo de la consultora Massot & Monteverde, titulado "Balance de pagos: La crisis pisa los talones", expone la teoria de que la Administración Cristina prepara un gran atentado: una economía que le explote a quien se haga cargo en diciembre. Hace tiempo que Urgente24 advierte el peligro de terrorismo K y, precisamente por eso, se ha aconsejado como mecanismo de desactivación la reforma monetaria con emergencia del sector público que incluye la revisión de todos los nombramientos de personal realizados en el Estado durante 2013, 2014 y 2015. En verdad, tanto Axel Kicillo como Alejandro Vanoli son 2 inútiles como economistas y como funcionarios, y entonces activar la bomba -hipótesis que tanto excita a la futura procesada Cristina- es una forma de darle el rango de estrategia a sus impotencias. Por lo demás, cabe juzgar si desestabilizar la economía que viene no sería un atentado contra la democracia antes que una zancadilla al próximo gobierno. Mientras tanto, algunos datos del trabajo citado:

"(...) Nótese que prácticamente todas las medidas que componen la estrategia oficial constituyen auténticos explosivos de relojería, armados para estallar tan pronto asuma la próxima administración. (...)"
(InC.) Lejos de resolverse, los problemas estructurales que vienen aquejando al balance de pagos —falta de competitividad, atraso cambiario y descalabro tarifario— están más vigentes que nunca.
 
> Tampoco mejoraron los términos de intercambio ni se incrementó el volumen exportado.
 
> El alivio para la caja de divisas provino fundamentalmente del intercambio de bienes, que cerró el año con un superávit de US$ 8.935 millones, muy superior a los US$ 1.745 millones de 2013.
 
> El salto en el superávit de bienes se explica exclusivamente por el derrumbe de las importaciones, y éste a su vez por la caída en el nivel de actividad y las restricciones a las compras al exterior.
 
> Los pagos por importaciones se comprimieron 18%.
 
> El gobierno parece haber optado por la recesión como herramienta de política económica: seis de cada diez insumos que se importan no tienen un proveedor local que pueda abastecerlos.
 
# El caso más claro es el de los celulares y LCD armados en Tierra del Fuego, cuyas partes —salvo cables y papelería— provienen del exterior.
 
# Lo mismo ocurre con 65% de las drogas que usan los laboratorios para la producción de medicamentos.
 
> El cepo importador se convierte en un dramático torniquete para nuestra exportación.
 
# Gran parte de los fertilizantes e insumos para el agro son importados.
 
# 7 de cada 10 autopartes que se usan para la producción de vehículos terminados vienen del exterior.
 
> Los cobros por exportaciones fueron 8% inferiores a los de 2013.
 
> El complejo agroexportador fue el único sector que incrementó los ingresos de dólares pese al descenso significativo que sufrieron los precios agrícolas.
 
> Otro factor que jugó a favor fue la cuenta servicios.
 
> Durante 2014 se fueron US$ 5.812 millones por esta vía, US$ 3.591 millones menos que el año anterior.
 
> Esto se explica por los menores egresos netos —unos US$ 3300 millones— registrados en turismo.
 
> A pesar de la fuerte caída de las importaciones por casi US$ 13.000 millones, que superó el retroceso de US$ 5600 millones en las exportaciones, la cuenta corriente cambiaria en 2014 resultó deficitaria en US$ 2.350 millones, según reconoció el BCRA.
 
> El superávit comercial no fue suficiente para compensar los pagos de servicios, intereses de la deuda y giros de utilidades y dividendos al exterior.
 
> Las importaciones de energía se llevaron US$ 13.423 millones, unos US$ 1.000 millones más que en 2013.
 
> No obstante, la caída en los precios energéticos en el último trimestre morigeró la salida de divisas.
 
> Los ingresos de divisas por turistas extranjeros cayeron 20% respecto al año previo.
 
> El superávit de la cuenta financiera ascendió a US$ 3.547 millones, US$ 2.000 millones más que en 2013.
 
> El grueso de esas divisas correspondieron a la activación de los 3 primeros tramos del acuerdo de swap de monedas con el Banco Popular de China, la reducción de topes a la posición de moneda extranjera de los bancos, la colocación de deuda de YPF, la licitación de la banda 4G y desembolsos de organismos internacionales.
 
> La venta de dólares ahorro se llevó US$ 2.794 millones.
 
> Los giros de utilidades y dividendos continuaron siendo restringidos y se ubicaron en un nivel similar al de 2013.
 
> Las inversiones directas (brutas) de no residentes sufrieron una nueva caída, de US$ 740 millones.
 
> Fue así que en 2014 las reservas brutas informadas por el Banco Central pudieron aumentar US$ 843 millones, luego de tres años consecutivos de caídas.
 
> Esa mejora obedeció a diferentes artificios destinados a inflar la posición de reservas internacionales como el acuerdo de swap de monedas con el Banco Popular de China, préstamos de bancos del exterior, colocaciones de deuda de YPF y los ingresos de las telefónicas por la banda 4G.
 
> US$ 2.300 millones provienen del swap con China y US$ 1.300 millones corresponden a un préstamo del Banco de Francia.
 
> Otros US$ 1.300 millones corresponden a pagos pendientes a bonistas del exterior.
 
> Aún contando como propios estos fondos —que son deudas de corto plazo— se habría registrado un abultado déficit si no se hubieran frenado pagos de importaciones del orden de los US$ 6.000 millones.
 
> Para este año, las perspectivas son sumamente desafiantes.
 
> Las cifras provisorias de la balanza comercial del mes pasado indican una profundización tanto de la caída de las exportaciones como de las importaciones, lo que dejó un exiguo superávit comercial de US$ 73 millones.
 
> Se espera que a lo largo de este año el agro ingrese entre US$ 5.000 millones y US$ 7.000 millones menos que en 2014.
 
> Una parte será compensada por importaciones de energía más baratas, que podrían caer entre US$ 1.800 millones y US$ 2.000 millones.
 
> La cuenta financiera y de capital también presenta desafíos no menores.
 
> El régimen de dólar ahorro apunta a llevarse este año un mínimo de US$ 4.000 millones.
 
> El calendario de vencimientos de deuda en moneda extranjera plantea un primer semestre tranquilo y un tercer trimestre complicado.
 
> Los vencimientos se ubican en torno a los US$ 9.500 millones, del los cuales US$ 6.250 millones corresponden al BODEN 2015.
 
> En principio, queda por implementar un remanente de US$ 8.000 millones del acuerdo de swap con China.
 
> El gobierno kirchnerista concentrará todo su esfuerzo en demorar la crisis de balance de pagos, que bajo las condiciones de política económica actuales, aparece como inexorable.
 
> El objetivo es llegar a diciembre, sin reparar en costos (mientras sean futuros) y a como dé lugar, transfiriendo a la siguiente administración todas las distorsiones acumuladas.
 
> Es decir: los costos de estallido del modelo deben quedar a cargo del próximo gobierno.
 
> Endeudamiento, dólar atrasado e impulso al consumo son los ejes de la estrategia oficial para llegar con un mínimo de decoro a diciembre.
 
> El endeudamiento —al cual es cada vez más difícil acceder— ha sido la pieza clave para estirar las reservas y simultáneamente mantener quieto el dólar.
 
> Así fue que recurrió a la colocación de un bono dollar linked (atado al dólar oficial, por US$ 1.500 millones) y a la de BONAR 24 y aprovechó los acuerdos con China, Francia y organismos multilaterales.
 
> El default de hecho que está sufriendo la deuda emitida bajo legislación extranjera es también aprovechada como fuente de financiamiento.
 
> El anclaje del dólar, con una devaluación acumulada que —en los planes oficiales— rondaría 15% hacia fin de año, pretende serenar las subas de precios.
 
> El fortalecimiento del consumo vendría por medio de los planes de cuotas y los aumentos salariales y de jubilaciones.
 
> Nótese que prácticamente todas las medidas que componen la estrategia oficial constituyen auténticos explosivos de relojería, armados para estallar tan pronto asuma la próxima administración.
 
> Las divisas aportadas por el banco central chino deben reembolsarse al año de haber ingresado.
 
> Los bonos dollar linked a su vencimiento sufrirán el impacto que imponga el resolver conjuntamente el atraso cambiario y la distorsión de precios relativos.
 
> El desmanejo del litigio con los hold-out llevará la deuda exigible a niveles impensados mientras paralelamente se acumula una deuda con bonistas hold-in del exterior, cuyos fondos se siguen computando en las reservas del Central.
 
> Un Banco Central quebrado y fondos vaciados (como el jubilatorio y la sociedad de garantía de los depósitos bancarios) serán otras de las herencias pesadas que recibirá el próximo gobierno.
 
> La gran cuestión es si la estrategia K de estirar los tiempos logrará su objetivo. 
 
> Paradojalmente, el gobierno se ha visto beneficiado por la certidumbre de que ya le queda ya poco tiempo y por la expectativa generalizada de que la próxima gestión deberá dedicarse sin dilación a solucionar el atraso cambiario y morigerar el déficit fiscal.
 
> La firmeza con que habían evolucionado los bonos muestra que el mercado buscó anticiparse al cambio de gobierno y, consiguientemente, de políticas.
 
> De todas formas, el volumen creciente de transacciones de dólar ahorro deja en claro que la dolarización tomará fuerza con el correr de las semanas y el stock de reservas estará bajo enorme presión.
 
Hasta quienes son más férreos defensores de la políticas K saben que la actual fantasía es extremadamente precaria.
 
> Pero el eslabón más delgado de la estrategia oficial es el acceso a fuentes de financiamiento: sus posibilidades de éxito dependen por entero de su capacidad de tomar deuda.
 
> Y el acceso a financiamiento ha quedado en entredicho:  JP Morgan y Deutsche Bank debieron suspender intempestivamente una oferta de BONAR 24 por al menos US$ 2.000 millones luego de que el juez Griesa les ordenara que presenten documentos sobre la emisión.
 
> Un traspié adicional, en el acceso a fondeo crítico indispensable, empujaría al gobierno al abismo de la crisis; una orden en firme al Citibank para que se abstenga de abonar intereses correspondientes a bonos bajo legislación local podría ser detonante.