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El analista informático cercano a Alberto Nisman e imputado en la causa por su muerte desmintió que existiese una relación homosexual entre ambos y describió al fiscal como “el toro de Wall Street de Nueva York vivo”.
Diego Lagomarsino, el único imputado en el caso por la muerte del fiscal Alberto Nisman, afirmó que no entiende por qué no están sus huellas en el arma que le prestó al fiscal y desmintió la existencia de una relación homosexual entre ambos.
En una entrevista con el diario El País de España, Lagomarsino describió además a Nisman como“el toro de Wall Street de Nueva York” y afirmó que “el 18 de enero murió Nisman y murió el Diego Lagomarsino que yo era”.
“Alberto no era una persona fácil. No era tampoco una mala persona, al contrario. Pero él quería la cosas ya, en el momento. Y yo soy un obsesivo del trabajo. Cuando Alberto decía que no confiaba en las dos personas (informáticos) que trabajaban en la fiscalía, hoy me doy cuenta de que no es que no confiara profesionalmente, sino que era un tema de respuestas. Y si te llamo, estás”, describió el analista informático de 38 años que trabajaba para Nisman desde 2007.
En relación a los dichos de la presidenta Cristina Kirchner sobre la existencia de una relación homosexual entre ambos, Lagomarsino lo desmintió. “No sé qué es una relación íntima. Uno, cuando tiene una relación de tanto tiempo, no es un amigo ni tampoco es un jefe. Si la presidenta se refirió a una relación homosexual, confirmo que no”, aseguró.
Con respecto al arma que le prestó a Nisman y que fue la que provocó la muerte del fiscal, Lagomarsino insistió que deberían estar sus huellas. “Deberían estar. Los motivos técnicos no los conozco”, aseveró.
Al describir a Nisman, Lagomarsino dijo que “era el toro de Wall Street de Nueva York vivo”. “Pero el 18 de enero murió Nisman y murió el Diego Lagomarsino que yo era”, concluyó.
