El beneficio neto del Banco Central Europeo (BCE) en 2014 ascendió a 989 millones de euros, una cifra un 31,3% inferior al resultado registrado por la entidad un año antes, como consecuencia de la caída de los tipos de interés aplicados, la amortización de deuda en cartera y el incremento de los gastos a raíz de las nuevas funciones instituto emisor de la zona euro.