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Diego Lagomarsino, uno de los imputados por la muerte del fiscal Alberto Nisman finalmente rompió el silencio y brindó una declaración clave sobre lo que pasó el día que le prestó el arma a la víctima.
“Ante todo, no podía creer que estaba pidiéndome el arma el día que lo hizo”, aclaró.
“’¿Para qué la querés?’, le pregunté- y él me dijo ‘tengo miedo por mis hijas’”, contó Lagomarsino que le confió el fiscal, una vez que lo había llamado para que se acerque a su departamento.
Además, el imputado, destacó que Nisman también le comentó que le pedía prestada el arma calibre 22 tras confesarle que “ya no confío ni siquiera en la custodia”.
“(Nisman también me dijo) ¿Vos sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos por miedo que les pase algo?”, añadió Lagomarsino.
El imputado comentó que si bien le pareció raro el pedido, “soy padre, como la mayoría de ustedes, y lo más importante que tengo son mis hijos”.
Según Lagomarsino, Nisman le dijo que sólo le pidió el arma “para llevar en la guantera por si venía un loquito con un palo y me gritaba ‘traidor hijo de puta’”.
“Era un arma vieja que realmente fallaba. El me dijo que era el único favor que me pedía. Lamentablemente le presté el arma”, añadió.
Además, contó que cuando llegó al edificio Le Parc para darle el arma a Nisman la custodia personal del fiscal no se encontraba.
“Sí, los mandé a hacer un tramite”, detalló Lagomarsino que le contó el fiscal al advertirle que la custodia no estaba.
“A la ida no estaba a la custodia. Yo los conocía porque siempre eran los mismos autos. Él (por Nisman) hablaba siempre con Benítez”.
Lagomarsino detalló que al momento de entregarle el arma estaba “shokeado por la situación”.
“Luego, le transmití las medidas básicas de seguridad para utilizar el arma. Después me dijo: ‘Igual no te preocupes porque no la voy a usar’”, remarcó.
El imputado contó que le preguntó a Nisman si estaba habilitado para llevar armas de fuego a lo que le respondió: “No estoy calzado, pero por supuesto tengo portación. Yo soy fiscal”.
“Cuando me fui del departamento, toqué para pedir el ascensor. Abrí la puerta y había cinco personas. Todas me saludaron cordialmente. Nisman me había dicho que nos íbamos a ver después de la declaración del lunes”, añadió.
“(Nisman me dijo) Voy a guardar el arma en la caja de seguridad y después la voy a tener en la guantera”, contó Lagomarsino.
