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Peligra el canje del BODEN 2015 y su fracaso sería un nuevo cisne negro

Este año fue oscuro para el gobierno porque, después de arreglar con Repsol, los juicios del CIADI y el Club de París, apareció el primer cisne negro, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos se negó a aceptar la petición argentina para que tratara el litigio con los fondos buitre, lo que aceleró el default selectivo de nuestra deuda externa. La república no pudo pagar a los tenedores de bonos que entraron al canje, porque el juez Griesa se lo impidió y estando ahora a días de vencer la cláusula RUFO, que nos impide concederles a losholdouts un pago superior a los que entraron a los canjes del 2005 y 2010.
Los analistas económicos debatían si, vencida esta cláusula, el gobierno negociaría con el 7% de los holdouts que quedaron fuera de los canjes, cuando Axel Kicillof decidió proponer un canje del BODEN 2015, que vencía en octubre próximo, cuando se debía pagar entre capital e intereses 6.700 millones de dólares. El ministro anunció tres opciones, a saber: a) pagar el BODEN a 97 dólares por lámina de 100, cuando en octubre los tenedores pueden cobrar 107 dólares; b) canjearlo por un BONAR 2024; y c) emitir otra serie de BONAR 2024 por 3.000 millones de dólares para financiarse el año que comienza y para lo cual estaban apalabrados fondos del exterior. Sin embargo, la caída de China y Grecia, la baja profunda del barril del petróleo, que ayer tocó los 60 dólares, más las caídas de Wall Street y Europa, hicieron aparecer un nuevo cisne negro, o sea, un imprevisto negativo que no se tenía en cuenta, como fue la negativa de la Corte Suprema americana. Pues bien, este pánico en los mercados internaciones hace peligrar la suscripción del BONAR 24 por 3.000 millones de dólares al 9% anual en dólares. Y si la negatividad en los mercados sigue, se abre la posibilidad de que el gobierno no obtenga los 3.000 millones de dólares que son necesarios y suscriba un monto menor o mucho menor. Ésta sería la peor de las variantes y hasta podría dejar al país sin financiamiento el año próximo, con el peligro que esto entraña.
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