El Gobierno nacional estaría analizando emitir un bono similar al Bonar 17, con una spread que a precios actuales sería de 600 puntos básicos sobre la tasa Badlar, con el objetivo de financiar el déficit fiscal.
"El objetivo es recaudar alrededor de 10.000 millones de pesos en un primer tramo, de modo que la colocación sea exitosa y abrir las puertas para avanzar en una segunda serie, que podría llegar a otros 15.000 millones de pesos, por cuanto hay liquidez para que lo tomen aseguradoras, inversores institucionales domésticos, fondos de inversión y bancos, por los activos en dólares que deben salir obligatoriamente a vender", explicaron fuentes oficiales al diario El Cronista Comercial.
Por su parte, Agustín D'Atellis, de la agrupación kirchnerista La Gran Makro, confirmó la intención del Gobierno de emitir un nuevo bono para aprovechar "la liquidez del mercado doméstico". El dirigente consideró además, que esa emisión podría convertirse en "una señal de que el cierre temporario de la cuenta capital no es el fin del mundo y se puede seguir haciendo política expansiva con fuentes de financiamiento internas" frente a las restricciones externas.
En el Gobierno consideran que la tasa que pagará el bono no podrá estar muy por debajo de la de las Lebac, pero será a Badlar más algunos puntos, para no atarlo a una tasa fija, que hoy se encuentra alta.
La emisión que estaría elaborando la Casa Rosada "competiría con las letras del BCRA y con emisores corporativos (Arcor, Tarjeta Naranja, Roggio, Santander) que están emitiendo a Badlar + 2,5 por ciento a 4 por ciento en plazos que van desde uno a cuatro años de duration. Por ejemplo Arcor C7 a tres años paga Badlar + 3,38 por ciento. Si el Gobierno quiere llevarse toda esa plata va a desfinanciar a estos emisores (muchos emiten para financiar consumo, por lo cual encarecerá el consumo), y elevará las tasas para la inversión y el consumo", explicó Alejandro Henke, director ejecutivo de Proficio Investment.
El ejecutivo consideró además, que como la emisión competiría con el Banco Central, lo llevaría a aumentar las tasas de Lebac y Nobac para poder esterilizar lo que vence (137.000 millones de pesos hasta diciembre), a lo que se sumaría lo que emita para financiar al Tesoro (si bien el bono podría financiar unos 50.000 millones de pesos, quedan entre 80.000 y 100.000 millones de pesos que se financiarían con emisión).
Al mismo tiempo, la suba de las tasas de Lebac y Nobac elevaría las tasas bancarias (préstamos y plazos fijos), por lo que el impacto en la rentabilidad bancaria podría ser importante.
En agosto, el Central emitió 29.000 millones de pesos para financiar al fisco, lo que representó un salto interanual del 350 por ciento y se convirtió en récord histórico. Con esos pesos se buscó cubrir la brecha entre un crecimiento del gasto del 44 por ciento anual y un aumento de los ingresos del 34 por ciento.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, consideró que podría servir emitir deuda porque en la primera mitad del año el superávit fiscal primario fue muy leve y se produjo un importante desfasaje fiscal financiero, y al mismo tiempo serviría para retirar liquidez del mercado. Pero destacó que "la cuestión es el monto y la tasa de interés nominal que debería convalidar el instrumento, porque tendría que convencer a inversores que actualmente manejan valores esperados de tipo de cambio nominal e inflación relativamente elevados y volátiles".
Por su parte, Ezequiel Asensio, director de Balanz Capital, una emisión ayudaría al Banco Central a esterilizar y con eso, reducir la presión sobre el tipo de cambio, sin subir mucho la tasa: "hoy la tasa como equilibrio es la que cubra la inflación o la devaluación esperada, pero como hay tantos pesos en el mercado, algo por debajo de ese nivel les van a dar, dependiendo de la duration del bono, pero me parece que por encima de 500 puntos sobre Badlar saldría".
Por su parte, Agustín D'Atellis, de la agrupación kirchnerista La Gran Makro, confirmó la intención del Gobierno de emitir un nuevo bono para aprovechar "la liquidez del mercado doméstico". El dirigente consideró además, que esa emisión podría convertirse en "una señal de que el cierre temporario de la cuenta capital no es el fin del mundo y se puede seguir haciendo política expansiva con fuentes de financiamiento internas" frente a las restricciones externas.
En el Gobierno consideran que la tasa que pagará el bono no podrá estar muy por debajo de la de las Lebac, pero será a Badlar más algunos puntos, para no atarlo a una tasa fija, que hoy se encuentra alta.
La emisión que estaría elaborando la Casa Rosada "competiría con las letras del BCRA y con emisores corporativos (Arcor, Tarjeta Naranja, Roggio, Santander) que están emitiendo a Badlar + 2,5 por ciento a 4 por ciento en plazos que van desde uno a cuatro años de duration. Por ejemplo Arcor C7 a tres años paga Badlar + 3,38 por ciento. Si el Gobierno quiere llevarse toda esa plata va a desfinanciar a estos emisores (muchos emiten para financiar consumo, por lo cual encarecerá el consumo), y elevará las tasas para la inversión y el consumo", explicó Alejandro Henke, director ejecutivo de Proficio Investment.
El ejecutivo consideró además, que como la emisión competiría con el Banco Central, lo llevaría a aumentar las tasas de Lebac y Nobac para poder esterilizar lo que vence (137.000 millones de pesos hasta diciembre), a lo que se sumaría lo que emita para financiar al Tesoro (si bien el bono podría financiar unos 50.000 millones de pesos, quedan entre 80.000 y 100.000 millones de pesos que se financiarían con emisión).
Al mismo tiempo, la suba de las tasas de Lebac y Nobac elevaría las tasas bancarias (préstamos y plazos fijos), por lo que el impacto en la rentabilidad bancaria podría ser importante.
En agosto, el Central emitió 29.000 millones de pesos para financiar al fisco, lo que representó un salto interanual del 350 por ciento y se convirtió en récord histórico. Con esos pesos se buscó cubrir la brecha entre un crecimiento del gasto del 44 por ciento anual y un aumento de los ingresos del 34 por ciento.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, consideró que podría servir emitir deuda porque en la primera mitad del año el superávit fiscal primario fue muy leve y se produjo un importante desfasaje fiscal financiero, y al mismo tiempo serviría para retirar liquidez del mercado. Pero destacó que "la cuestión es el monto y la tasa de interés nominal que debería convalidar el instrumento, porque tendría que convencer a inversores que actualmente manejan valores esperados de tipo de cambio nominal e inflación relativamente elevados y volátiles".
Por su parte, Ezequiel Asensio, director de Balanz Capital, una emisión ayudaría al Banco Central a esterilizar y con eso, reducir la presión sobre el tipo de cambio, sin subir mucho la tasa: "hoy la tasa como equilibrio es la que cubra la inflación o la devaluación esperada, pero como hay tantos pesos en el mercado, algo por debajo de ese nivel les van a dar, dependiendo de la duration del bono, pero me parece que por encima de 500 puntos sobre Badlar saldría".
nosis