El negocio de los equipos de telefonía móvil es cada vez más complejo. Si bien la sociedad Samsung/Android logró una porción importante del mercado, la batalla cultural de la telefonía móvil ha sido ganada por Apple hace tiempo, al incorporar contenidos más cercanos a una tablet o a una notebook que a lo que se conocía hasta entonces como teléfono móvil. Luego, pareciera que todo lo que podía innovarse, ya fue presentado a los consumidores. El negocio ha ingresado a una meseta, hasta alguna próxima generación de equipos, que todavía está por verse de qué se trata. Samsung padece ese problema.