Desde el Gobierno prácticamente descartaron que esta semana se concrete un nuevo encuentro en Nueva York con el mediador judicial, Daniel Pollack, designado para destrabar el litigio con los fondos buitre. Sin embargo, señalaron que seguramente habrá contactos telefónicos.
Funcionarios argentinos y tenedores de deuda impaga que demandaron al país se reunieron el viernes último por separado con Pollack, sin que surgiera una solución al conflicto que tiene al país al borde un default. Se esperaba que este semana se reanudaran las negociaciones.
Sin embargo, según informó a Reuters una fuente del Ministerio de Economía no existiría un nuevo encuentro en los próximos días. “Es lo más probable”, dijo, aunque sostuvo que "contactos telefónicos habrá, seguramente".
Ante Pollack, Argentina insistió en el pedido de que se reinstale una medida cautelar que suspende los efectos de un fallo de Griesa en su contra, para dialogar con los tenedores de deuda que no aceptaron las reestructuraciones ofrecidas tras una cesación de pagos de 2002 de 100.000 millones de dólares.
La mayoría de los inversores aceptaron los términos de los canjes de deuda de 2005 y 2010, pero los acreedores no reestructurados demandaron y ganaron un juicio para que se les pague 1.330 millones de dólares más intereses.
El juez de distrito de Nueva York Thomas Griesa falló contra el país sudamericano y le ordenó pagar el 100 por ciento de la deuda. Argentina manifestó su voluntad de cumplir con todos los acreedores, pero dijo que el fallo provocaría un nuevo incumplimiento de deuda.
Aurelius Capital Management, uno de los principales acreedores "holdouts", advirtió que el Gobierno enfrentaría una nueva crisis el 30 de julio si no se involucra en negociaciones reales. En esa fecha vence técnicamente un cupón a pagar a los tenedores de bonos que sí aceptaron las reestructuraciones. Mientras, en los mercados empieza a desinflarse la confianza en que habrá acuerdo.