Para el economista José Luis Espert, está claro que el Gobierno está cambiando la estrategia con la que busca seguir financiando “un déficit fiscal creciente”, y a eso obedecen tanto el acuerdo con el Club de París como la indemnización a Repsol o la decisión de cancelar, vía deuda, los juicios pendientes en el CIAI. Esa nueva estrategia, dice, es intentar volver a los mercados de deuda, dejando atrás “el hito del desendeudamiento”.
“En la primera etapa, desde 2009, (la estrategia de financimiento) fue emisión monetaria y reservas, hasta principios de 2014. En esos cinco años, la Argentina se convirtió en uno de los países de mayor inflación del mundo y con una pérdida de reservas extravagante”, describió Espert en declaraciones al programa radial “Desde la bolsa en directo”.
Este año, siguió, “hubo un período de cambio donde, ante la pérdida de reservas y la inflación, el Gobierno se asustó y decidió” secar la plaza vendiéndole LEBACS a los bancos, pero eso, dijo, trajo “recesión” y ahora, “para evitar este trío de inflación, pérdida de reservas y recesión, está tratando de colocar deuda externa, enterrando el hito del desendeudamiento”.
Para eso, analizó Espert, “el Gobierno ha hecho tres cosas: pagar con deuda los juicios perdidos en el CIADI, pagar con deuda la indemnización a Repsol y cerrar con el Club de París”. “Lo del CIADI –sentenció- está más o menos bien hecho; lo de Repsol, también; lo del Club de París es más desprolijo, porque por el capricho de que no participara el FMI” se va a tener que pagar la deuda “en la mitad de tiempo” el que se podría haber pactado.
“La Argentina está tratando a su manera, a los ponchazos, de abrir los mercados para colocar deuda externa, olvidándose del desendeudamiento”, insistió.
También apuntó que el éxito o no de esta nueva estrategia “va a quedar claro el 12 de julio cuando la Corte Suprema de Estados Unidos se expida” sobre el caso de los holdouts. Si el tribunal decide tomar el caso o pedir la opinión de la procuración general, la decisión beneficiaría a la Argentina; si rechaza tomar el caso, entonces “la Argentina va a tener que tomar decisiones complicadas: si acata el fallo y paga o si no lo acata y defaultea”.
“Si no defaultea” ya sea porque tiene un fallo favorable o porque decide pagar, concluyó, “más que mejoras grandilocuentes (…) puede haber algún alivio en la tasa de interés y aflojamiento en la recesión fuerte que estamos teniendo”.