Según varios estudios publicados, los analistas financieros se desvían en sus previsiones muy poco del consenso cuando conocen éste, y bastante cuando no lo conocen.
Lo que indican estos análisis es que existe un elevado temor a desviarse sensiblemente del promedio, pues lo que perciben estos analistas es que la recompensa por acertar en sus previsiones cuando están alejadas de la media, es menor que los perjuicios por no acertar, por lo que prefieren compartir la opinión del grupo.
Esto no tendría excesiva importancia si históricamente se demostrara que las previsiones consenso suelen estar acertadas, pero no es así.
Tim Harford recoge en el Finantial Times el estudio del economista del Fondo Monetario Internacional Prakash Loungani, donde analizó la precisión de las previsiones económicas en la década de 1990. Loungani llegó a dos conclusiones:
La primera fue que había poca diferencia en las previsiones (como señalábamos en el párrafo inicial). Había poca desviación entre las realizadas por analistas del FMI o del Banco Mundial, y los del sector privado.
La segunda conclusión es que el resultado de las predicciones era terrible. “El historial de fracasos en predecir recesiones es prácticamente intachable”, afirmó Loungani. Lougani, junto con su colega Hites Ahir, actualizó este estudio a raíz de las últimas crisis económicas y la conclusión sigue siendo la misma: El historial de fracasos es impresionante.
De los 77 países analizados, 49 de ellos entraron en recesión en 2009. Ninguno de los economistas cuyas opiniones recoge Consensus Forecasts, había predicho ni una sola de estas recesiones en abril de 2008.
Esto es aún más significativo si tenemos en cuenta que en 2008 Bear Stearns se había derrumbado en EE.UU., o Northern Rock había sido nacionalizado en el Reino Unido, o ya se venían publicando datos sobre la contracción crediticia en todo el mundo. Los indicios sobre un empeoramiento grave de la economía global eran numerosos, añade Harford.
Loungani analizó las previsiones que se hicieron a finales de 2008, concretamente en septiembre, y ninguna estimaba que ni una sola economía analizada entraría en recesión en 2009. Recordamos como decíamos anteriormente que el resultado final fueron 49 economías en recesión de los 77 países analizados.
¿Por qué es tan malo el registro de previsiones? Tim Harford da varias posibilidades:
- La principal explicación es que la economía es complicada y no la entendemos suficientemente bien para hacer pronósticos.
- Una segunda explicación es que hay poco incentivo para hacerlo mejor. Como explicábamos en el comienzo del análisis, el economista tipo se adaptará al promedio. En la mayoría de los países, en la mayoría de las veces, no se producirá una recesión, por lo que la estrategia más segura es nunca prever una.
La conclusión de estos estudios es que las previsiones de los economistas y analistas financieros no deben ser tomadas en serio. Recuerden el dicho de un analista financiero es aquel que hace una predicción, y luego te hace una concienzuda explicación de por qué no se ha cumplido.
Esto no tendría excesiva importancia si históricamente se demostrara que las previsiones consenso suelen estar acertadas, pero no es así.
Tim Harford recoge en el Finantial Times el estudio del economista del Fondo Monetario Internacional Prakash Loungani, donde analizó la precisión de las previsiones económicas en la década de 1990. Loungani llegó a dos conclusiones:
La primera fue que había poca diferencia en las previsiones (como señalábamos en el párrafo inicial). Había poca desviación entre las realizadas por analistas del FMI o del Banco Mundial, y los del sector privado.
La segunda conclusión es que el resultado de las predicciones era terrible. “El historial de fracasos en predecir recesiones es prácticamente intachable”, afirmó Loungani. Lougani, junto con su colega Hites Ahir, actualizó este estudio a raíz de las últimas crisis económicas y la conclusión sigue siendo la misma: El historial de fracasos es impresionante.
De los 77 países analizados, 49 de ellos entraron en recesión en 2009. Ninguno de los economistas cuyas opiniones recoge Consensus Forecasts, había predicho ni una sola de estas recesiones en abril de 2008.
Esto es aún más significativo si tenemos en cuenta que en 2008 Bear Stearns se había derrumbado en EE.UU., o Northern Rock había sido nacionalizado en el Reino Unido, o ya se venían publicando datos sobre la contracción crediticia en todo el mundo. Los indicios sobre un empeoramiento grave de la economía global eran numerosos, añade Harford.
Loungani analizó las previsiones que se hicieron a finales de 2008, concretamente en septiembre, y ninguna estimaba que ni una sola economía analizada entraría en recesión en 2009. Recordamos como decíamos anteriormente que el resultado final fueron 49 economías en recesión de los 77 países analizados.
¿Por qué es tan malo el registro de previsiones? Tim Harford da varias posibilidades:
- La principal explicación es que la economía es complicada y no la entendemos suficientemente bien para hacer pronósticos.
- Una segunda explicación es que hay poco incentivo para hacerlo mejor. Como explicábamos en el comienzo del análisis, el economista tipo se adaptará al promedio. En la mayoría de los países, en la mayoría de las veces, no se producirá una recesión, por lo que la estrategia más segura es nunca prever una.
La conclusión de estos estudios es que las previsiones de los economistas y analistas financieros no deben ser tomadas en serio. Recuerden el dicho de un analista financiero es aquel que hace una predicción, y luego te hace una concienzuda explicación de por qué no se ha cumplido.