El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que el pago del vencimiento del 30 de junio se haría modificando la denominación de los bonos bajo ley norteamericana a legislación argentina con la idea de tomar recaudos que eviten el embargo. Aseguró, además, que pedirán audiencia con el juez neoyorkino para que explique cómo, en el marco del cumplimiento de su sentencia, piensa hacer para no "empujar a la Argentina al default", según una frase que se le atribuye al magistrado.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo hoy que el Gobierno, para afrontar el próximo vencimiento de deuda reestructurada del 30 de junio, piensa cambiar la legislación y sede de pago de los bonos bajo legislación norteamericana con el objetivo de pagarlos en la Argentina y evitar embargos tras el fallo de la Corte Suprema norteamericana que convalidó la sentencia del juez Thomas Griesa a favor de los fondos buitre.
Se trataría, de esta manera, de un nuevo canje que pondría a la Argentina en un virtual default técnico, según opinan varios especialistas, tal el caso de Miguel Bein, uno de los principales asesores económicos del gobernador de Buenos Aires y postulante a la Presidencia en 2015, Daniel Scioli.
El titular del Palacio de Hacienda acompañó este anuncio con el adelanto de que una misión de representantes argentinos viajará a Estados Unidos con el fin de tomar contacto con Griesa para que el magistrado explique cómo, en el marco del cumplimiento de su sentencia, piensa hacer para no "empujar a la Argentina al default", según una frase que se le atribuye al magistrado.
"Lo buitres no van a voltear la reestructuración, lo vamos a impedir. No pasarán", dijo Kicillof.
"Los buitres son buitres porque no negocian", señaló en una conferencia de prensa ofrecida en el Ministerio de Economía. Al respecto, precisó que si se le pagan los 1.500 millones de dólares reclamados por esos fondos, "atrás vienen (reclamos por) 15.000 millones de dólares" de nuevas sentencias a favor de holdouts. Incluso advirtió que, si se sigue la recomendación de negociar con los holdouts de los “opinólogos”, cualquier mejora para los buitres que redunde de esa negociación podría gatillar reclamos de los bonistas que entraron a los canjes, que ascenderían hasta los 120 mil millones de dólares.
Kicillof cuestionó el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos que rechazó la apelación contra los holdouts y sostuvo que con esa iniciativa se busca "tirar abajo la reestructuración de la deuda argentina".
Y señaló que "no estamos dispuestos a hacer cualquier cosa", en referencia a "comisiones exorbitantes, cualquier clase de tasa de interés, bono o forma de pago".
"Si se cumpliera la sentencia de Griesa se empujaría a la Argentina a un default. No podemos permitir que nos impidan pagar a nuestros bonistas.Estamos iniciando las negociación para pagar un canje de deuda con ley Argentina".