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Argentina-Venezuela-Ucrania: la trinidad "non sancta" que tienta a los inversores con altos retornos

Argentina, Venezuela y Ucrania componen la trinidad profana del mercado de deuda de mercados emergentes. Sus retornos de dos dígitos invitan a los inversores a ignorar los temores a una guerra civil, a la galopante inflación y a las batallas legales.
“Esos son países considerados casos perdidos. Los rendimientos de sus bonos soberanos indican que es superior la probabilidad de default”, afirmó Stuart Culverhouse, economista de la londinense Exotix.

Los mercados financieros están tomandose en serio los riesgos. Los seguros de crédito asigna cerca de un 50% de probabilidades de que Venezuela y Ucrania no paguen sus bonos del gobierno en los próximos cinco años. A la Argentina le atribuyen una tasa aún mayor.

Sin embargo, el dilema para los inversores que no les gusta esas probabilidades es que ignorara esos rendimientos de hasta 12% podría ser una costosa equivocación.

"“Todos esos países tienen potencial de default o reestructuración, pero están pagando enormes primas de riesgo por eso"”, aseguró Peter Marbel, director de mercados emergentes en Loomis Sayles, inversor en Estados Unidos. “Los rendimientos altos explican el porqué están interesados inversores. Sin embargo, quizás sea más importante que la demanda refleja lo costosas que son las otras oportunidades que tienen los inversores de bonos.”
Los rendimientos bajos que ofrece el universo de la renta fija, en parte como resultado de la política monetaria super blanda que implementan los bancos centrales, llevaron a los inversores a incursionar en territorio desconocido, lo que condujo a la llamada “fuga hacia el riesgo”.
“"Siempre hay una base de inversores con mandato para apostar a bonos de alto rendimiento en problemas, pero esos países están viendo más inversores híbridos"”, señaló Siobhan Morden, jefe de estrategia de crédito latinoamericana en Jefferies.
“Una forma de medir eso es observando cómo se contrajo el spread entre los mercados emergentes y la deuda corporativa de alto rendimiento, lo que sugiere que se produjo una migración de inversores hacia los mercados emergentes”.
De alguna manera, la deuda de mercados emergentes de alto rendimiento parecería una mejor apuesta que los bonos soberanos de bajo rendimiento, que reflejan menor riesgo.
En realidad, el peso de la deuda de estos países es modesta comparada con la de otros países de la periferia de la eurozona golpeados por la crisis, algunos de los cuales hace poco emitieron deuda con los rendimientos más bajos de la era del euro.
Las deudas de Ucrania representaban el 42% de su PBI a fines de 2013. Los niveles totales de Grecia estaban en su nivel récord de 175% del PBI.
Sin embargo, el problema no es el stock de deuda sino la emisión para refinanciarla. Venezuela, que enfrenta varios vencimientos de bonos en los próximos años, evitó emitir deuda en dólares al actual precio elevado. En febrero su tasa de inflación anualizada fue del 57% y la escasez de artículos de primera necesidad nunca fue mayor, mientras que las protestas callejeras dejaron más de 40 muertos.
En Argentina, la inflación también está creando problemas. Pero lo que más preocupa del país son sus antecedentes de incumplimiento en el pago de sus deudas.
Argentina sigue afirmando que no pagará u$s 1.400 millones a un grupo de hedge funds encabezado por Elliott Associates que se negaron a aceptar los términos del default de 2001. El caso está en proceso de apelación, pero hay probabilidades de que Argentina caiga en default técnico.
Los problemas financieros de Ucrania recrudecieron a raíz de la crisis con Rusia. “El riesgo pasó de ser financiero a ser geopolítico”, aseguró Vadim Khramov, economista jefa para Ucrania en Bank of America Merrill Lynch.
"Los incumplimientos de bonos soberanos son raros", aseguró Richard House, de Standard Life Investments. Pero suceden. Sus fondos de bonos emergentes no incluyeron a Ucrania y Argentina porque decidieron que los rendimientos no compensaban los riesgos, concluye Financial Times.