Royal Bank of Scotland (RBS), entidad controlada en un 82% por el Gobierno británico, registró en 2013 pérdidas por importe atribuido de 8.995 millones de libras esterlinas (10.962 millones de euros), un 47,9% más que los números rojos de 6.055 millones de libras esterlinas (7.379 millones de euros) del ejercicio precedente, informó la entidad, que anunció una nueva estrategia para crear un banco más pequeño, más simple y más inteligente centrado en el Reino Unido.