El Gobierno reanudó la ronda de reuniones que viene manteniendo con las petroleras en los últimos días para vitar que el aumento de combustibles que a principios de semana aplicó la multinacional Shell se propague al resto de las compañías
Sin que haya todavía a un acuerdo firme, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Economía, Axel Kicillof; y el secretario de Comercio, Augusto Costa, citaron por la mañana a representantes de las productoras petroleras YPF, Pan American Energy, Pluspetrol, Tecpetrol, Chevron, Petrobras y Total. Y por la tarde recibieron a ejecutivos de refinadoras, YPF, Axion, Petrobras y Oil.
Según trascendió, podría aplicarse un tipo de cambio diferenciado para las petroleras en sus operaciones, o un esquema de suba de precios escalonados, sin descartar pacto del sector por mantener al menos por un mes los valores de sus productos.
De acuerdo a lo publicado hoy por los diarios La Nación y Clarín, en las reuniones se habría planteado emplear un tipo de cambio de 6,8 pesos por dólar, equivalente a la cotización del 23 de enero pasado, para la compraventa de crudo en el mercado interno. Y que las compañías refinadores retrotraigan los precios de naftas y gasoil.
Tras la devaluación de hace dos semanas, el Gobierno dio la orden de no tocar los precios de los combustibles. Y la primera petrolera en recibir el mandato de no subir precios fue la estatal YPF, que sigue siendo la que tiene los precios más bajos.
Shell argumentó que la suba de 12 por ciento que aplica en su red desde el lunes busca equiparar el aumento de sus costos, donde el valor del crudo representa hasta un 80 por ciento y se paga en dólares, por lo que le resulta imposible esquivar la devaluación.
Según trascendió, podría aplicarse un tipo de cambio diferenciado para las petroleras en sus operaciones, o un esquema de suba de precios escalonados, sin descartar pacto del sector por mantener al menos por un mes los valores de sus productos.
De acuerdo a lo publicado hoy por los diarios La Nación y Clarín, en las reuniones se habría planteado emplear un tipo de cambio de 6,8 pesos por dólar, equivalente a la cotización del 23 de enero pasado, para la compraventa de crudo en el mercado interno. Y que las compañías refinadores retrotraigan los precios de naftas y gasoil.
Tras la devaluación de hace dos semanas, el Gobierno dio la orden de no tocar los precios de los combustibles. Y la primera petrolera en recibir el mandato de no subir precios fue la estatal YPF, que sigue siendo la que tiene los precios más bajos.
Shell argumentó que la suba de 12 por ciento que aplica en su red desde el lunes busca equiparar el aumento de sus costos, donde el valor del crudo representa hasta un 80 por ciento y se paga en dólares, por lo que le resulta imposible esquivar la devaluación.