Intel, afectada por la caída en las ventas de ordenadores personales, ha aplazado la apertura de una importante fábrica de chips que el presidente Barack Obama presentó una vez como ejemplo del potencial de fabricación de Estados Unidos. La instalación Fab 42 construida en Chandler, en el estado de Arizona, se presentó originalmente como un proyecto de 5.000 millones de dólares (más de 3.650 millones de euros) que a finales de 2013 empezaría a producir los chips más avanzados de Intel, seguirá cerrada en un futuro próximo mientras otras fábricas en el mismo lugar se actualizan, dijo el portavoz de Intel Chuck Mulloy.