La evolución de la economía china sugiere que la nueva normalidad del crecimiento del PIB del gigante asiático se sitúe en tasas de entre el 7% y el 7,5% anual a partir de 2013, en contraste con el crecimiento medio anual superior al 9% registrado entre 2000 y 2011, algo que, según Standard & Poor's resulta inevitable y aceptable.