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DEJAN SOLA A CRISTINA

No sólo pegaron el faltazo varios pesos pesado de la industria que eran una fija en años anteriores. Menos estruendosa pero igual de llamativa ante los ojos atentos que estuvieron antenoche en Tecnópolis fue la reducción evidente en el elenco estable de gobernadores: apenas seis de los 17 alineados con la Casa Rosada que solían tener asistencia casi perfecta en las cenas del Día de la Industria y ante cada convocatoria oficial.
La política nacional parece girar en torno al ciclo que se iniciará el próximo 28 de octubre, a partir de que se da por sentado que el Frente para la Victoria sufrirá un serio revés electoral. Con este marco, en el entorno presidencial se discute qué hacer a partir de que el recuento de votos certifique que la reelección de CFK quedó en el archivo de la política. Hay señales de que, pese a que faltan más de dos años, podría producirse una carrera presidencial adelantada a partir de este fin de año. La meteórica irrupción de Sergio Massa en la grilla de los presidenciables es uno de los factores que dinamizaría este proceso. En los últimos días, por ejemplo, fueron obvios los esfuerzos de Mauricio Macri para dejar en claro que su candidatura presidencial sigue en pie. En las filas oficialistas, los dilemas que se plantean no son fáciles de resolver. Según una interpretación, si desde la Casa Rosada no se impulsa inmediatamente alguna candidatura presidencial, Daniel Scioli podría aprovechar este vacío para consolidar su perfil de candidato natural del PJ, lo que contaría con el aval de algunos gobernadores peronistas pero no de todos. El chaqueño Jorge Capitanich, por ejemplo, resiste firmemente la idea. Pero además, la falta de un candidato podría disminuir los márgenes de gobernabilidad de la presidente. Los factores de poder y hasta el propio kirchnerismo exigirían que ella dé señales de consolidar una continuidad. De no haber candidato oficial, existiría el riesgo de una estampida de dirigentes buscando el paraguas de Scioli o Massa, lo que debilitaría peligrosamente a un gobierno al que le falta cumplir más de la mitad de su mandato. Carlos Zannini encabezaría la postura favorable a que Cristina bendiga rápidamente a un presidenciable. El gobernador entrerriano Sergio Urribarri es hoy por hoy el mejor posicionado y su perfil de kirchnerista moderado lo haría más digerible para José Luis Gioja, Juan Manuel Urtubey, Jorge Capitanich y Maurice Closs, que buscan ir saliendo del mundo de La Cámpora, Guillermo Moreno y Axel Kicillof. Un lanzamiento prematuro de Urribarri probablemente conduciría a que se hable de una futura primaria del Frente para la Victoria entre él y Scioli. Esta idea de que haya democracia interna en el partido gobernante la hizo pública Scioli recientemente, en lo que parecía una invitación a Massa para que volviera al ruedo del PJ.
Claro está que la opinión de Zannini no es la única, porque algunos dirigentes de La Cámpora, ahora devaluada, como por ejemplo Andrés Larroque, se inclinarían por dejar para más adelante el tema del presidenciable. Entre los que carecen de poder político propio y subsisten sólo por su cercanía a Cristina, crecería el temor de que cualquier presidenciable del oficialismo tome vuelo y le reclame a la presidente que depure su entorno.
Conversaciones con Zamora
Los aprestos para una carrera presidencial adelantada también se estarían dando en el massismo. El intendente de Tigre ya habría decidido ponerse el traje de presidenciable el 27 de octubre a la noche, para lo cual se dedicaría a recorrer el país provincia por provincia, dejando de lado la Cámara de Diputados, un ámbito poco propicio para impulsar una carrera hacia la Casa Rosada.
Aunque el tema recién está entrando en la agenda, ya habría conversaciones para la búsqueda de un candidato a vice. Algunos asesores de Massa piensan en un gobernador peronista con futuro y el perfil más obvio en este caso es el del salteño Juan Manuel Urtubey, compañero suyo en el sub 45 que se organizó tres años atrás. Pero el tigrense se estaría acostumbrando a las jugadas audaces y tendría en vista un gobernador radical que podría arrastrar a parte del electorado del centenario partido. Algún sondeo ya se habría hecho con el santiagueño Gerardo Zamora. Éste fue reelecto en marzo del 2011 por un aplastante 85%, en tanto que sus correligionarios de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral, y Río Negro, Miguel Saiz, cayeron ante el avance del Frente para la Victoria. En cuanto al colombiano Ricardo Colombi, deberá revalidar títulos justamente este domingo ante el kirchnerista Carlos “Camau” Espinola. Zamora es un radical K que mantiene un alto grado de independencia de la Casa Rosada y que no suele fotografiarse con Cristina. Podría aportarle a Massa una amplia corriente de radicales que buscarían salir de su alineamiento con el kirchnerismo. Pero no todas son rosas, porque el santiagueño intenta presentarse para un tercer mandato forzando la interpretación de la reformada constitución provincial. La jueza en lo Civil y Comercial de segunda nominación de Santiago del Estero, Andrea Suárez, deberá decidir si el gobernador está habilitado para presentarse por un tercer mandato consecutivo al frente de la provincia, en respuesta a las “acciones declarativas de certeza” que presentaron aliados y opositores al mandatario kirchnerista. El Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero ya se declaró incompetente, por lo que la resolución es de la magistrada. La realidad es que las alquimias que Zamora intenta para seguir en el poder, en parte lo descalificarían como candidato a vice de un movimiento que nació criticando la vocación reeleccionista de CFK.
Fuente: Informadorpublico.com/Clarin.com