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TRES GRANDES ERRORES K ASEGURAN EL TRIUNFO DE MASSA:

1) UTILIZAR AL PAPA EN LOS AFICHES.
2) LA OPERACION DE MASSA Y EL ROBO.
3) EL USO DE LA TRAGEDIA DE ROSARIO.
Resultó burda la maniobra de acción psicológica de Horacio Verbitsky en Página 12, continuada con las declaraciones de Sergio Berni, intentando convencer a la opinión pública de que el candidato que pide más seguridad se hizo un auto-robo para venderlo como una operación de inteligencia del cristinismo. Así es que aproximadamente el 70% de la opinión pública se inclinaría en este sentido. La falta de apoyo a esta operación de campaña sucia se evidenció en que la teoría del auto-robo no la sostuvieron ni el gobernador Daniel Scioli ni su jefe de gabinete Alberto Pérez. Tampoco se escucharon las voces de gobernadores e intendentes del PJ respaldando a Verbitsky y Berni. Los responsables de la inteligencia gubernamental, empezando por el devaluado general César Milani y siguiendo por el señalado Berni, quedaron descolocados ante la propia presidente, que probablemente se haya sentido defraudada por el pésimo resultado de lo que prometía ser un golpe mortal para la candidatura de Massa. En realidad, la opinión de los consultores más importantes de plaza sería coincidente en que las campañas “negras” son altamente riesgosas y suelen volverse en contra de sus autores, victimizando, por el contrario -o sea fortaleciendo electoralmente-, a sus blancos
Efecto bumerang
De este modo, la torpeza del cristinismo le regaló a Massa y a su esposa Malena Galmarini la oportunidad de capitalizar a su favor el último tramo de la campaña. “Cristina autorizó cosas en esta campaña cruzando una raya que Néstor no pasó nunca” -reflexionaba ayer un intendente peronista del conurbano ligado a Massa, para concluir: “lo del robo en la casa de Sergio y la utilización mediática del cáncer de Insaurralde demuestran desesperación”. La preocupación general es que esta campaña es sólo una aproximación a la elección general. Por lo tanto, vale preguntarse hasta dónde llegará el gobierno para ganar las elecciones del 27 de octubre. En cuanto a los resultados del próximo domingo, hay que distinguir dos niveles. Por un lado, están los porcentajes a nivel nacional. Por su impacto en la opinión pública, sería muy distinto para el Frente para la Victoria alcanzar del 35% que apenas contar con un techo del 30%. De cualquier modo, comparando con la última elección legislativa, la del 2009, los números indicarían que el gobierno no está mejor que entonces. Ahora bien, si se toma esta primaria como un plebiscito sobre la gestión presidencial en relación al 51% obtenido por el oficialismo el 14 de agosto del 2009, la diferencia sería abrumadora. Otra cosa es si el Frente para la Victoria conservará o no su mayoría legislativa en ambas cámaras del Congreso, que es lo que cuenta en términos de poder real. Como es sabido, en octubre se renovarán las bancas de diputados del 2009, que fue la peor elección del kirchnerismo, lo que favorece a éste, porque la mayor parte de las diputaciones las arriesga la oposición. Aun así, algunos sostienen que la mayoría en Diputados del FpV está en riesgo. Si las actuales tendencias continúan hasta octubre, no sólo se habría terminado el sueño de la re-reelección sino que la figura de Cristina Fernández sufrirá un deterioro muy grande, aunque pueda conservar quórum propio en ambas cámaras. Hay señales de que un grupo importante de gobernadores del PJ, encabezados por el sanjuanino José Luis Gioja, se inclinarían por la conveniencia de oficializar a Daniel Scioli como el candidato presidencial del FpV para el 2015. Simultáneamente, se habla en estos círculos de que habría que ponerle un freno definitivo a la reforma judicial e impedir una nueva aventura desesperada de la Casa Rosada, por ejemplo, aplicando la ley del mercado de capitales para intervenir los directorios de varias empresas del grupo Clarín, medida que sería impugnada por la justicia.
De lo que hay pocas dudas es de que el cepo cambiario se profundizará y que el dólar blue será difícil de controlar, ya que ayer se pagaba entre 8,85 y 9 pesos y el lunes próximo sería factible que vuelva a acercarse a los 10 pesos. Es que la emisión del BCRA seguiría en ascenso y hasta el 27 de octubre, en un intento del gobierno por recuperar votos. Se espera también un aumento exponencial del gasto público, con más anuncios populistas y restricciones a la importación de insumos que consolidarían el parate de la economía. O sea, la perspectiva de un 2014 con el 1% de crecimiento y más inflación, un caldo de cultivo para que se reiteren las movilizaciones populares de protesta como la convocada para hoy.

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